28.1.13

Capítulo 33


- ¿Qué te pasa? - me preguntó Niall separándose un poco.
- Eh... Nada, estoy bien. - volví a mirar a donde estaba él y Niall siguió la mirada con sus ojos.
- ¿Qué pasa Lidia? - me giré hacia él.
- Nada, en serio.
- Lidia...
- ¡Que no me pasa nada, joder! - bajó la cabeza, abrumado. Me había pasado. Le acaricié la mejilla - Ey, lo siento, ¿va? Pero es que me he rayado un momento. - el asintió y volvió a pegarme a él, juntando su nariz con mi pelo.

No soportaba hacer daño a Niall, era demasiado bueno como para permitírmelo  No se merecía nada malo. No iba a permitir que la noche se arruinase, y mucho menos por culpa del gilipollas de Pablo, que cómo no, había venido con una de sus putitas. ¿Cuál sería esta? ¿Britany Tetasfalsas? ¿Jessi Lafacilona? ¿O Débora Melpotorro?
Buah, qué mas da. Una rubia de bote más artificial que la plastilina. En el fondo me daban pena. Ellas no tenían la culpa de ser tontas.

Abracé más a Niall. ¿Por qué pensar en Pablo teniendo aquí al chico al que más quiero del mundo?
Ridículo, ¿no?
Aunque la verdad es que Pablo seguía ahí, pero como una espina que no sale. Sé que siempre sentiría algo por él, aunque fuese un 0,0001%, pero sería algo. 

La canción lenta acabó y empezó a sonar una más animada. Vi a Megan sola en la barra, y fui a estar con ella un rato, pero en el camino, un chico que iba de espaldas se chocó contra mí y casi pierdo el equilibrio.
Claro, cómo no. Tenía que ser él.

- Ey, perdo... - dijo antes de levantar la cabeza y mirarme - Lidia...
- Hola Pablo - dije sin entusiasmo intentando huir de la situación.
- Pe... Pero... - su cara cambió totalmente y adoptó una faceta enfurecida - ¡Decías que estabas fuera! ¡En Londres! ¡Dios, eres una puta zorra mentirosa! - lo que me faltó para cruzarle la cara.
- Un poco más de respeto, ¿no? ¿O es que los imbéciles nacen sin él por defecto? 

Niall, tu siempre ahí para salvarme de todo.
Pablo me miró, y luego a Niall, para acabar mirándome a mí de nuevo.

- ¿Y quién es este soplapollas, eh Lidia? - dijo Pablo.
- Ese soplapollas es su novio, que te va a partir la cara como no te pires de su vista. - eran de la misma altura, es más, Niall era unos centímetros más alto, pero no quería que le pegase.
- Niall...
- ¿Tú? ¿Tú me vas a hacer algo, so mamón?
- Pablo, vete. - le dije.
- Me iré cuando me de la gana.

Niall hizo amago de acercarse a él para encarársele, pero le paré con una mano.

- No merece la pena, Niall.
- Sí, Niall no merece la pena - dijo burlón Pablo.

Oh Dios, que hostia le iba a meter un día de estos...
Pero apareció una cara que me sonaba familiar., que me cabreó muchísimo.

- Pablo, no te encontraba... - dijo la rubia de bote alias 'Guarra 1' - Anda, Lidia... ¿Qué haces aquí? - me envió una cara de desprecio y luego miró a Niall, al que le guiñó un ojo. Uy, esta no me conoce.
- Mira quien está por aquí. ¿Qué tal... Em... No me acuerdo de tu nombre, tampoco es que me importase. - vi que cerraba los puños - ¿Sigues teniendo esa fama de facilona que tenías cuando me fui? - Niall me cogió de la mano, quería que me calmase.
- Mejor facilona que una estrecha de por vida.
- Uy, orco engendro de Sauron, no sabía yo que lo de ser una puta estaba mejor visto que lo de ser una chica normal.
- Perdona, ¿qué me has llamado? - entrecerró los ojos.
- Un poco de cultura, hija mía, por favor. 

Se quedó callada. Cogí a Niall de la mano, que me miraba serio y nos dimos la vuelta.

- No sé como pudiste salir con ella Pblo, si da pena, mírala con quien ha acabado. Seguro que ella le quiere para lo que quiere - oí que le decía y cómo Pablo se reía.

Me di la vuelta rápidamente, ignorando la mano de Niall que me tiraba.

- ¡Lidia, no! - gritó este.

Demasiado tarde. Yo ya me había lanzado sobre la 'Guarra 1' dispuesta a partila la cara.




*NARRA MEGAN*

Joder, que aburrido. ¿Por qué siempre cuando voy a una discoteca acabo sola pasándolo mal? Esto es preocupante.
Bueno, al menos el camarero era guapo y parecía interesado en mí, por lo que tenía bebidas gratis. Pero que no se ilusionase, que yo no quería nada con él.
Con él exactamente no...

- Bueno, ¿qué hace aquí una preciosidad sola sin darme aún su teléfono? - esa voz. Me giré y Harry se sorprendió - Joder, Megan, creía que no eras tú. No te había reconocido por la trenza.
- Styles, sin ánimo de ofender, tus técnicas para ligar no funcionan mucho. - apoyó sus brazos en la barra.
- Bueno, por ahora no me ha ido mal - me miró y sonrió pícaramente. Sabía por dónde iba. Decidí ignorar el comentario.
- Así que ibas por ahí en busca de un ligue... - me puso triste que ya hubiese pasado página tan rápido, aunque no se si me fastidiaba más que hubiese pasado página antes que yo o que me hubiese olvidado tan rápido.
- Puede. ¿Por qué? ¿Estás celosa? - volvió a sonreír. 'Joder Harry, cierra la boca que me estás volviendo loca' pensé.
- ¿Yo? Venga chaval, deja de soñar. - se rió.
- En realidad estaba aburrido, porque la chica más bonita del mundo no quiere estar conmigo - me miró serio pero al rato su mirada volvió a coger la misma vitalidad de siempre - y entonces vi a una chica de espaldas, con una piel morena que me llamaba mucho la atención, con una trenza que me volvía loco, y con las piernas más bonitas que he visto echadas hacia la derecha.

'Vale, a ver, Megan, contrólate, que ibas bien'.

- Vamos, que si no llego a ser yo, esa chica se convierte en la víctima de Harry número.... ¿Infinito al cuadrado? - sonrió, sí, como lo hacía siempre.
- Dios Megan, siempre eres tan... difícil.
- Y tú tan... Harry. - dije provocando que me volviese a enseñar esos dientes tan perfectos que tenía. Silencio.
- Oye, el camarero no te quita ojo de encima.
- Ya... Es guapo...
- Pero... no como yo, ¿verdad? 
- Sí, definitivamente sigues siendo muy tú. - me miró a los ojos.
- ¿Hacemos que se ponga celoso el tipo ese? - me dijo cambiando de tema. Le miré dubitativa. 'Venga, Megan, libérate un poco...'
- Vale, anda, solo por esta vez.

Harry sonrió y me pasó un brazo por los hombros, haciendo que me estremeciese bajo la atenta (y seria) mirada del camarero. Harry y yo nos reíamos por lo bajo.
Me apretó más hacia él, de forma que podía oler su aroma. Centímetro nos separaban. Entonces levanté la cabeza y le miré. Bajó su punto de mira hacia mi boca, y yo me mordí el labio, provocando que Harry se alterase. A la mierda el camarero, a la mierda pasar página. Nos fuimos acercando, poco a poco, hasta estar casi rozándonos...
Pero el barullo de la gente nos interrumpió. 
Rápidamente nos separamos y asomamos la cabeza entre en el corro que se había formado. La música estaba muy alta, y no se oía mucho la verdad, pero parecía que alguien gritaba.

- ¡Lidia! - grité mientras intentaba colarme en el centro del corro.

¿Pero qué narices hacia esta pegando a una chica rubia? 
Lidia estaba sujeta por Niall y por Liam, mientras que a la ora chica sólo le sujetaba un chico que no reconocí. Ambas lanzaban sus brazos al aire, aunque Lidia con más compás, más ordenados, como si supiese del tema. Ya decía yo que esa niña tenía un león dentro.

La rubia, que tenía pinta de fresquilla, se soltó del chico y se acercó a Lidia y la soltó una bofetada que solo le rozó el labio, gracias a Bea, ya que esta consiguió apartarla un poco.
La tacada entró en cólera, y como si fuese un puma saltó sobre la chica. Yo ya no pude ver exactamente que era lo que la hacía Lidia, pero se oían quejidos por parte de la otra. Niall agarró a Lidia fuertemente y la levantó por los aires alejándola de la pelea. Vi como el chico que antes sujetaba a la rubia ayudaba a esta a levantarse y le limpiaba la sangre de la nariz.

- ¿Pero qué coño haces Lidia? - le dijo este. Niall y Lidia se dieron la vuelta sincronizadamente. El chico miró al irlandés - Tío, no sabes donde te estás metiendo. Al menos te dejará tirártela  porque si no yo no sé como aguantas...

A Niall se le hinchó una vena, apretó lo puños y se dirigió hacia el chico. Le dio tal puñetazo en la cara que por la rabia y el cabreo que llevaba debí suponer que aquel tío era el famoso Pablo, y la chica era la guarra por la que había dejado a Lidia.
Ahora entendía todo. No me extraña que la hubiese pegado, yo también lo hubiese hecho. 
Niall se llevó a Lidia al baño, y todos fuimos con ella.





*NARRA LIDIA*

Dios, esa puta había sacado lo peor de mí. Pero al menos se había llevado una buena. Espero que se le hayan bajado los humos. 
Y después, cuando Niall ha pegado a Pablo... Nunca me había sentido tan orgullosa de él. ¿Qué haría yo sin mi irlandés?
Niall me empujó al baño, seguido de todos los demás, que se entraron y se fueron dispersando por el servicio. Niall me sentó en el lavabo y cogió un trozo de papel, que lo mojó con agua y lo puso en mi labio inferior, que por el sabor supuse que estaba sangrando.
Estaba serio, no hablaba, y parecía enfadado.
Mis amigas se me acercaron.

- Dios, Lidia, no sabes cuántas ganas tenía de que la pegases, en serio - dijo Gabri.
- Ya tío, es insoportable. - dijo Cris.
- ¿Pero habéis visto cómo ha saltado sobre ella? ¡Cómo un tigre! Uooh, ha sido increíble - comentó María, provocando que me riese y de esta forma que se me abriese un poco la herida del labio, volviendo a sangrar y haciendo que Niall volviese a poner el papel mojado ahí.
- Estás hecha toda una camorrista, eh Lidia - dijo Louis.
- ¿Nos podéis dejar un momento solos? - preguntó Niall con el semblante serio.

Todos asintieron como asustados. Niall enfadado no era algo que todo el mundo quisiese presenciar. En cuanto todos hubieron salido del baño Niall se colocó en frente mío con los brazos en jarras.

- ¿Por qué, Lidia? ¿Por qué?- silencio. Bajé la cabeza.
- Permito que esa zorra me llame lo que quiera. Pero cosas que te abarquen a ti no. Eso si que no.
- ¡Pero te podría haber pasado algo! 
- Pero no ha pasado, ¿verdad? 
- Estás sangrando.
- Bah, ¿qué es un poco de sangre comparada con toda la que tengo en el cuerpo?
- No tienes remedio.
- Tú tampoco, que te recuerdo que tú también has pegado.
- Ya, pero él se lo merecía.
- ¿Y la guarra esa no?
- Mmm... Vale, sí, se lo merecía. - se acercó más a mi - Has estado muy valiente esta noche. Nunca creí que te podrías poner así.
- Soy un arma de matar - dije intentando parecer misteriosa.
- Ahora siento miedo. No quiero pensar qué me podrías hacer si te enfadas conmigo.
- Pues no me hagas enfadar - le pasé los brazos por el cuello.
- Mmm, ya veremos - se pegó a mí, dándome un dulce y corto beso en la boca.
- Au... - susurré pues me escocía el corte en el labio. El sonrió.
- ¿Sabes qué? - pegó un boca a mi oreja - quería que nuestra última noche fuese especial... - Uy, un nosequé recorrió toda mi espina dorsal. 

'Oh Dios, Niall James Horan, no juegues conmigo'.

- Puede seguir siéndola. - Niall frunció el ceño, y me bajó del lavabo. Al poner un pie sobre el suelo me tambaleé. Vale, tenía razón. Esa no era la noche idónea para deshacerme de mi amiga Virginia. - Venga, vámonos al hotel y descansa. Llamaré a Paul.

Salimos del baño y nos despedimos de todos los demás. Le dije a mis amigas española y a sus novios que mañana viniesen al aeropuerto para despedirnos mejor.
Niall me cogió de la mano, después de pasar por el ropero, y cuando salimos a la calle, nuestro coche ya estaba esperándonos.
Había algunas personas en la puerta haciendo fotos, se habrían enterado de que estábamos aquí.
Yo bajé la cabeza por si Niall no quería que se nos viese mucho, pero para mi sorpresa, él me cogió de la cintura y me dio un beso en la mejilla, haciendo que me ruborizase.
Nos subimos en el auto y en unos pocos minutos ya estábamos en el hotel.
Subimos a nuestra habitación, los dos de la mano. Me encantaba estar así.
Entramos en el cuarto y cogí mi pijama, entré en el baño y me cambié. Me miré en el espejo y me lavé la cara.
Vaya noche.
Cogí el cepillo de dientes y empecé a lavármelos. Niall llamó a la puerta y le abrí. También cogió su cepillo y empezó a cepillarse los dientes. 
Nos mirábamos y nos reíamos, y a punto estuve de echar todo lo que tenía en la boca. 
Madre mía que panorama.
Después de enjuagarme y todo me fui hacia la cama y me metí en ella, con Niall a mí lado.

- Niall...
- ¿Sí, koala violento? - no pude evitar reírme.
- ¿Me haces la cucharita? - él sonrió y me pasó un brazo por debajo de mi cabeza y el otro por encima de mi cintura, haciendo que quedase arropada por su cuerpo, y así nos quedamos hasta que caí profundamente dormida.



- Buenos días koala - me dijo en cuanto abrí los ojos.
- Me encanta que me llames así.
- Es que no me dejas otra - explicó - mira como estás tumbada.

Como todas las mañanas que dormía con él, me despertaba agarrada a su cuerpo, abrazándole, y esta vez no iba a ser una excepción.

- ¿Qué hora es?
- Las dos de la tarde.
- ¿Las dos? - asintió. - ¡Pero si mi avión sale en solo cuatro horas! ¿Por qué no me ha despertado?
- Es que estabas muy mona así dormida.
- Uf, como pierda el avión por tu culpa no se que te hago... - él se rió.

Empecé a hacer la maleta, a pesar de que lo primero que quería hacer era comer. Por Dios, que hambre.
Una hora después ya teníamos todo recogido. Bajamos al comedor y allí tomamos algo. Estuvimos un rato con los demás y a las cuatro y media dos coches nos esperaban para llevarnos al aeropuerto.
No me quería ir. Bueno, no es que no me quisiese ir, quería volver a Londres, pero no quería separarme de Niall ni de los demás. Si en un día ya los echaba de menos, imaginad dos semanas.
Mi mente deseaba que hubiese alguna complicación con el vuelo, que tuviese que salir despegar mañana o algo así.

- Ey, Lidia - me distrajo Liam - son solo dos semanas, ¿vale? - que poderío tenía para tranquilizar a las personas - Se pasarán rápido, ya verás.

Yo asentí y volví a centrar mi mirada en la ventanilla.
Llegamos al aeropuerto y todos fuimos hacia donde estaban las puertas de embarque, ya que ellos también cogían un vuelo, pero hacia Italia. Antes de esto me despedí cariñosamente de mis amigos de Madrid. Cómo las echaría de menos. Ojalá se pudiesen venir conmigo.
Dios, ¿por qué no podía saltarme estas dos semanas de clase e irme con ellos?
Exámenes. Que horror. No sólo les echaría de menos, si no que tendría que ponerme a estudiar como una cerda. Genial. Bueno, al menos así me entretendría un rato. 
Sin darme cuenta, el tiempos e me pasó volando, y una voz nos llamó a los pasajeros del vuelo que iba a Londres.
No, no, no. No quería levantarme, pero Niall tiró de mí.

- Vamos, Lidia. Nos veremos en cuanto menos te lo esperes. - le sonreí tristemente y nos dimos un beso de despedida, pero que no era un adiós.

Abracé a todos los demás, deseando que alguno no me soltase, pero Megan tiraba de mí y a su vez yo tiraba de Bibi que no se quería separar de Liam. 
Y Eleanor, ¿qué iba a hacer sin ella estos días? Que suerte tenía. Ella iba con ellos y les acompañaba. Yo en cambio instituto forever.

Subimos al avión y despegó. Decidí quedarme dormida, olvidándome un poco de todo. Sin esperarlo, ya estábamos aterrizando en Inglaterra.

1 comentario:

  1. hay esta lidia me llena de orgullo bien meresido se lo tenia esa putilla

    ResponderEliminar