10.1.13

Capítulo 16


*NARRA LIDIA*

Brigitte se había quedado sin palabras, mientras alternaba la vista en mí y en los chicos.

Estos la sonreían, esperando alguna reacción suya.
Se dio la vuelta, fue hacia nosotras y nos abrazó, diciendo unas palabras en francés que supuse que eran de agradecimiento.
Yo sonreía, mucho, me animaba verla feliz. 
Nos soltó y fue hacia los chicos, uno por uno, dándoles un abrazo y un beso en la mejilla, diciéndoles cosas como: 'Sois mis ídolos', 'estoy enamorada de vosotros' etc.
Estos la acogieron con cariño.
Después presentamos a Amelia, que aún no había abierto la boca. También se emocionó un poco, pero no tanto como Bibi. Megan se fue presentando ella sola. Odiaba que hiciesen las cosas por ella. Cuando fue hacia donde estaba Harry, le saltó sin decirle nada, ni siquiera un 'Hola' y saludó directamente a Zayn, que estaba al lado de este.
Harry puso mala cara y agachó la cabeza.
A mi me pareció mal lo que hizo Megan, pues si te invitan a una casa, lo mínimo es saludar a tu anfitrión. Pero bueno, seguro que se le pasaría esa manía.
O no.
Nos fuimos todos a la cocina donde cada uno se sentó en una silla al rededor de una gran mesa.
A diferencia de la de Niall, esta era de colores azul y blanco, con una gran mesa de cristal en una esquina, a la que rodeábamos en ese momento. 
Estábamos sentados en este orden: Louis en un extremo, después Niall, yo, Amelia, Liam, Bibi, Zayn, Megan y Harry. Estos dos últimos estaban juntos porque Harry había sido rápido y se sentó a su lado, no porque Meg fuera partidaria.

- Bueno, ¿y exactamente de dónde sois? - dijo Louis.

- Italia - contestó Amelia.
- Glasgow - comentó Megan.
- Francia - dijo Bibi sonriente, aún sin creerse mucho el dónde estaba y con quien.
- Me gusta Francia - agregó Liam mirándola y devolviéndola la sonrisa.
- Yo de España. - dije.
- Ya lo sabemos - dijo Zayn.
- Era por decir algo - sonrei
- ¿Sabéis qué? Hace unos días, o incluso hace una hora, ni me imaginaba que estaría aquí con vosotros - añadió Bibi.
- Ya bueno, esas cosas nunca se planean - dijo Harry - Nunca sabes lo que puede pasar en el futuro - comentó insinuándose a Megan, quien frunció el ceño. - Por cierto, ¿tenéis hambre?
- ¡Sí! - gritamos Niall y yo a coro. Nos miramos y sonreímos. Megan se rió por lo bajo y yo la fulminé con la mirada.

Harry se levantó y sacó del horno una fuente enorme de macarrones gratinados. Dios, que pinta que tenían. Con solo verlos se me hacía la boca agua.


- ¿Lo has hecho tú? - preguntó Amelia alucinada.

- Sí, cocina todo él. Es como nuestra mamá, por decirlo así. - comentó Liam.
- Y tu eres como nuestro padre, siempre pendiente de nosotros. - dijo Louis.

De repente llamaron al timbre. Louis se levantó de un saltó y fue corriendo a abrir. ¿Quién sería? Tenía una cierta sospecha, pero no estaba segura. Cuando esa persona apareció por la puerta confirmé que estaba en los cierto. ¡Era Eleanor Calder! Dios, esa chica era mi ídola. Y era incluso más guapa en persona. Además la pareja que hacía con Louis era la cosa más tierna del mundo. Se acercó alegremente y nos saludó a todas, presentándose  aunque ya sabíamos perfectamente quién era. Dios, que bien me caía esa chica y mira que solo llevaba unos minutos aquí.

Empezamos hablando de todo un poco, aunque la mayoría del tiempo lo pasábamos riéndonos de las payasadas de Louis y de las risas contagiosas de Niall. Sin esperarlo, una bola de macarrones, queso y tomate le cayó en el pelo a Liam. Todos nos empezamos a reír mientras él maldecía por lo bajo.

- Ha sido Harry - dijo Megan con intención de hacerle rabiar.


Harry, al descubrir lo que quería, cogió un puñado de macarrones y se los estampó en la cara, haciendo que Megan se levantase hecha una furia y le empujase, para finalmente coger ella también comida con la mano y plantársela en el pelo a Harry. Estos empezaron a lanzarse comida, y a pringar todo, mientras los demás observábamos la escena riéndonos, menos Bibi que ayudaba a Liam a quitarse la comida del pelo. En un momento en el que Megan iba a lanzarle yo que sé el qué a Harry, este se agachó, por lo que la comida le llegó a Eleanor. Louis, pretendiendo defender a su novia, cogió un vaso de agua lanzándoselo a la culpable.

Así empezamos todos a lanzarnos comida, unos con más ansia que otros, y a empaparnos con agua, dejándolo todo hecho un asco. Cuando ya casi habíamos acabado con la comida, nos miramos unos a otros. Teníamos comida hasta por detrás de las orejas. Y yo que me había puesto tan mona para ir... 
Estallamos todos en una carcajada. La verdad es que había sido gracioso, aunque Megan seguía con una cara de perros hacia Harry, quien le había manchado el vestido blanco.

- ¿Os apetece bañaros ahora? - dijo Harry. Todos asentimos.


Al parecer daba igual si íbamos a dejar la piscina hecha una guarrería, con tal de limpiarnos lo que sea.

Harry nos condujo por un pasillo a oscuras con unas pequeñas luces en el techo. Abrió una puerta y nos encontramos con una piscina, bastante grande, rodeada por césped artificial.
Zayn fue el primero en quitarse la ropa y Megan no le quitaba ojo.

- Que tiene novia - le susurré a esta por lo bajo.


Todos los demás hicieron lo mismo y se fueron metiendo en el agua. Yo en ese momento me había quedado muda y sin capacidad de enterarme de nada. Tenía justo enfrente mío a Niall con el torso al aire, y yo lo único que podía hacer era ponerme nerviosa conforme más tiempo le miraba.


- Lidia, ¿te metes? - me preguntó.

- Eh... sí - estaba como perdida, peor más me valía moverme antes de que pensase que era una imbécil.

Me quedé en bikini y fui acercándome al bordillo pero Niall me cogió del brazó y me tiró al agua. Subí hacia la superficie y le busqué con la mirada. Se estaba riendo. 'Será cabrón el leprechaun este' pensé. Fui hacia él y empecé a hacerle aguadillas. Rápidamente acudieron Zayn y Louis a ayudar a su amigo, provocando que ahora fuese yo la que pasaba la mayor parte del tiempo bajo el agua involuntariamente. Megan y Eleanor, que aún no se habían metido, se unieron a nosotros  y los demás, que estaban hablando y nadando en otro lado de la piscina también. Decidimos hacer un concurso de caballitos, a ver que pareja aguantaba más. Eleanor se puso encima de Louis, Bibi encima de Amelia, Zayn sobre Liam, Niall sobre Harry, y yo sobre Megan. Estuvimos empujándonos y poniendo zancadillas, de forma que acabó ganado Ziam (Zayn y Liam).



*NARRA MEGAN*


Los demás seguían en el agua haciendo de las suyas. No me extrañaría que en cualquier momento ocurriese algún accidente.

Me salí del agua y cogí una de las toallas que había en un armario y salí al jardín por la puerta de cristal que había. Para mi sorpresa, había otra piscina mucho más grande fuera, pero el césped que la rodeaba si que era verdadero. Por lo que vi, supuse que esa piscina la compartirían los cinco, al no tener ningún muro ni nada que la separase de las demás casas.

Me fui hacia una hamaca que había entre dos árboles y me tumbé. Era raro, casi no hacia frío, a pesar de estar casi en Octubre.

La verdad es que los chicos esos eran majos, me habían caído super bien y eran muy graciosos; bueno, todos menos uno.
Dios, es que como le odiaba. Iba por ahí con su aire de superioridad que me ponía enferma. Y cuando me manchó la cara de tomate... ¿Pero este que se creía? Alguien tendría que bajarle los humos.
Oí unos pasos que se acercaban.
'Como sea él te juro que me pego un tiro' pensé. Pero para mi sorpresa era Zayn. 

- ¿Qué haces aquí fuera tú solita? - me preguntó. Madre mía, iba sin toalla, así, enseñando la parte superior del cuerpo. Que pena que tuviese novia. 

- Pues que no me gusta mucho el agua. Y prefería estar aquí fuera un rato.
- A mi en algunos momentos me pasa igual. 
- ¿No tienes frío? 
- Pues ahora mismo un poco, pero tampoco es algo exagerado.
- ¿Quieres que te deje la toalla?
- No, gracias, además si me la dejases serías tu la que pasaría frío.
- Por favor, me subestimas. Soy una chica del norte. Aguanto cualquier cosa - dije riéndome.
- Uooo, es una chica del norte, cuidado con ella - me hizo burla.
- Cállate, Bradford bad boy. - sonrió cuando dije esto. Pasamos un rato en silencio.
- Megan...
- ¿Sí?
- Harry es buen tío, en el fondo.
- Sí, pues no lo parece.
- A ver, a veces puede ser un poco arrogante. Pero al contrario que tus pensamientos, en el fondo tiene sentimientos y tal.
- Pero el problema de Harry no es que sea arrogante, sino que cree que puede conseguir a cualquier chica simplemente por ser famoso.
- Pero piensa que si él hace eso es porque se ha encontrado con chicas que solo se le acercan por interés. Así que por una parte ya se ha acostumbrado.
- Pues que se desacostumbre. - dije un poco borde. No quería seguir hablando de ese tema. - ¿Entramos? - me levanté.
- Claro.

Nos reunimos con los demás, que ya habían salido del agua y estaban secándose con toallas. Fue llegar a donde estaban ellos y Harry miró a Zayn y después me lanzó una mirada de odio. Le sonreí orgullosa de haberle cabreado, aunque hubiese sido sin provocarlo. Y en lo que quedaba de noche no se volvió a acercar a mí. 

Y aunque eso era lo que quería, en el fondo había algo que me decía que había hecho mal.


*NARRA LIDIA*


Abro los ojos y lo primero que veo es un techo de un color azul muy clarito. No puede ser, el techo de mi habitación de la residencia es blanco.

Me incorporo y descubro que estoy en una habitación totalmente ajena a mí. 
¡Ah, ya me acuerdo! Después de la piscina jugamos a la Wii, a petición de las chicas y después nos quedamos viendo una peli que echaban por la tele. Pero yo me acabé durmiendo. Lo último que recuerdo fue a Niall cogiéndome e brazos y llevándome a su casa. 
¡Oh Dios, cogiéndome en brazos y llevándome a su casa! 
Me fijé en que seguía con una camiseta de Harry y un pantalón suyo de pijama, que me dejó ya que mi ropa estaba llena de tomate.
Me levanté y salgo al pasillo. ¿Donde estará el duende este?

- ¿Niall? - pregunté alzando la voz.

- ¡Buenos días! - oigo desde una parte de la casa.
- ¿Dónde estás?
- En el baño, afeitándome.

Se me abrieron muchísimo los ojos y fui rápidamente hacia donde provenía la voz. 

Siempre había tenido una cierta debilidad por ver a un chico afeitarse. Eso de la espuma, el aftershave y tal me hacía mucha gracia.
Le encontré en un baño blanco muy grande frente al espejo, recién salido de la ducha, con una toalla a la cintura. Le hice un repaso con la mirada hasta que llegué a su cara. Tenía la mitad llena de espuma y la otra mitad ya limpia. Qué gracioso que estaba.

- Dios, como mola. Debe ser super guay afeitarse. - solté de repente. Él se giró rápidamente hacia mí y me miró con el ceño fruncido.

- Lidia, me asustas. - me dijo totalmente en serio.
- Ya bueno, no es la primera vez que me lo dicen. - sonreí.

Me fui de ahí para dejarle tranquilo y que terminase. Entré en la cocina y me senté en uno de los aburetes. Como tardaba, empecé a buscar algo de comida hasta que di con la fruta y cogí un plátano. A los pocos minutos apareció él ya vestido y me saludó, cogiendo él también algo de comida.


- ¿Dónde están los demás? - dije sin quitarle un ojo de encima.

- Pues todos estarán en casa de Harry, no sé si se han despertado - a saber que estaban haciendo estos.
- ¿Y cómo es que no nos quedamos ahí con los demás?
- Pues yo me iba a ir a mi casa, porque tenía que hacer algunas cosas y tu medio dormida me dijiste que te llevase conmigo - me sonrojé. Madre mía que vergüenza - así que te dejé en mi cuarto.
- ¿Y tú dónde has dormido?
- En el cuarto de invitados.
- Jope, ahora me siento mal por haberte quitado la cama.
- No pasa nada - dijo sonriendo - ya me lo compensarás. Lidia, ¿tienes algo que hacer hoy? - negué.- Pues vámonos - me cogió del brazo y me llvó a la salida.
- Espera, espera, espera. ¿Cómo voy a ir por ahí con estas pintas? - dije señalándome la ropa - Además, ¿dónde está mi ropa?
- Está en casa de Harry, lavándose  Pero toma - me dio el bolso que llevaba - cogí esto por que sabía que lo necesitarías. Y así quieres te acerco a la residencia y te cambias. 
- Sí por favor.

Fuimos ahí, me duché rápidamente y me cambié mientras él esperaba en el coche. 

Pillé algo normal, vaqueros, botas, y jersey granate. Y me volví a meter en el vehículo, y mientras el chófer conducía, Niall y yo hablábamos.

- ¿A dónde vamos? - pregunté.

- Te voy a llevar al estudio donde trabajamos y después a mi restaurante favorito.
- ¡Nando's!
- Ese mismo.

El coche paró y bajamos. Nos metimos en un edificio blanco con muchas ventanas. Me guió por varios pasillos, entrando por varias puertas hasta que llegamos a una sala negra y blanca con varios sillones y muchos instrumentos. En un lado, había un cristal por el cual se veía otra sala, mucho más pequeña con una mesa con muchos botones y dos sillas.

Me enseñó cómo se grababa una canción y como funcionaba lo de los contrastes de sonido. También intentó enseñarme a tocar la guitarra un poco. Digo que intentó porque no me salía ni para atrás. Estuvimos un buen rato hay. 
En un momento él me dijo que cantase y que él me grababa, pero conforme cantaba (mas o menos) él me iba poniendo la voz más aguda o más grave, queriendo hacerme rabiar, pero yo solo sonreía como una tonta
Salimos de allí a la hora de comer y me llevó a Nando's tal como él dijo. Ahí todo el mundo le conocía y le trataban super bien, además le hacían un descuento bastante notable. Aunque no me extraña, pues gracias a él, ese restaurante se había hecho famoso.
Nos dieron una mesa de la esquina, que tenía un gran ventanal con unas bonitas vistas de Londres. 
Pedimos la comida y empezamos a comer.
Ahora entendía por qué Niall adoraba ese restaurante. Todo estaba buenísimo.


- Niall, ¿por qué me has llevado a estos sitios? - le pregunté mientras andábamos por la calle.

- Supuse que te gustaría. - dijo sonriéndome.

De repente se le acercaron corriendo un grupito de niñas de doce o trece años que le pedían autógrafos y fotos. Yo encantada hacía las fotos. Niall sonreía siempre. Se le veía feliz cuando había fans que querían algo suyo.

Era adorable cuando reaccionaba se esa forma. Siempre tan tierno, tan amable, tan encantador. Normal que estuviese loca por él. 
Y cada vez que estábamos juntos veía más posible lo que decían Megan y Amelia.

Me pilló mirándole justo cuando las niñas se habían ido y se acercó a mí mientras yo me sonrojaba. Miré hacia arriba, hacia un árbol con muchas ramas que estaba sobre nosotros.


- ¿Te dan miedo las alturas? - le pregunté sonriendo.

- Pues no, pero no me hacen mucha ilusión.
- Nenaza. - dije de broma. - Ven, vamos a escalar.
- Lidia, ¿estás loca?
- Será divertido ya verás. Dije mientras intentaba subirme a la primera rama.
- Si, hasta que te pase algo.
- Eres un miedica, ¿sabes?
- Bueno, primero nenaza y luego miedica. ¿Qué es lo siguiente? - preguntó con los brazos en jarra mientras le miraba desde arriba.
- Pues no sé, eso depende si subes o no. - al intentar subir un poco más, se me fue un poco el pie y resbalé ligeramente. Conseguí agarrarme a otra rama, pero me llevé un susto muy grande.
- ¡Dios, Lidia! Casi te matas - me gritó Niall desde abajo. Me encantaba cuando se preocupaba por mí - Bájate. 
- No me bajaré hasta que no subas - dije al igual que una niña pequeña. - Tienes que ver las vistas, ¡Son increíbles! Se ve todo Londres.

Finalmente resopló, y comenzó a subir como había echo yo, solo que con más facilidad. Llegó a una rama bastante grande y consistente, donde estaba yo sentada con las piernas colgando. él se sentó apoyando la espalda en el tronco. Nos quedamos unos minutos mirando cómo el sol se iba escondiendo tras los edificios. 

Era algo mágico, y no se por qué, pero ese simple atardecer me dejaba absorta en ese momento.

- Me encantaría congelar este instante - dije cambiando mi posición para quedar junto a él.

- Ya. - sonrió - Tienes razón, es una vista preciosa. - me sonrió. No sé si eso lo dijo por el paisaje o por mí, pero igualmente estaba muriéndome de amor por dentro.
- ¿ Cuántos metros crees que hay desde el suelo hasta aquí? - pregunté.
- Puede que unos... mmm 4 metros, o quizá 5.
- ¿Y crees que si me tiro ahora moriría del golpe? - puso cara de horror y me empecé a reír. Y el lo acabó haciendo también.
- Estás pirada. - dijo finalmente.
- ¿Tienes alguna queja de eso?
- Nunca me quejaría de las cosas que me encantan.- baje la cabeza para que no se diese cuenta de que me estaba sonrojando enormemente. - Lidia... - volví a subir la mirada encontrando sus ojos. me miró a los ojos como nunca antes lo había echo. Me miró fuertemente, como si solo estuviéramos él y yo en el mundo.
- ¿Sí? - dije acercándome un poco más. 

El me imitó. Y cada vez más cerca. Mucho mas cerca. Sus ojos seguían clavados en los míos. Me mordí el labio. 

'Lo va a hacer, Lidia, lo va a hacer' pensé.
Los centímetros desaparecían entre nosotros.
Aceró su mano y la puso detrás de mi cintura.
Me pilló mirando sus labios y rápidamente hizo que desapareciera casi toda la distancia que nos separaba. Frente con frente, sintiendo su respiración. 
Estaba muriéndome por dentro, deseando que Niall me besase ya, que la espera dejase de ser insoportable.
Había soñado mil veces con este momento, y ahora se iba a hacer realidad. 

- ¿ERES NIALL HORAN? - preguntó una voz chillona desde abajo. Nos separamos rápidamente.


Me cago en la puta. Maldita niña. Me había fastidiado el momento romántico. Justo cuando me iba a besar, es que no faltaba nada, un milímetro nos separaba. Y como no, con la mala suerte que tengo, justamente cuando lo iba a hacer va a la niña de las narices y nos corta. 


- Sí, soy yo - dijo resoplando. Me miró sonriendo y bajó del árbol.


3 comentarios:

  1. Tu capitulo genial, pero que cagada con lo del beso

    ResponderEliminar
  2. gracias:3
    yaa, es cómo WTF?
    pero ya pasarán más cosas....:):):)

    ResponderEliminar
  3. Te mato dejarme asi.. no te doy penita... Bueno voy a seguir leyendo pero lod el beso no te lo voy a perdonar, y pobre mi Harry las cosas que le van a pasar.. es que me lo huelo ya jaja

    ResponderEliminar