9.1.13

Capítulo 15


*NARRA MEGAN*

Y ahí está, mirándome por el rabillo del ojo, creyendo que no me entero. Pero a ver, ¿es que acaso crees que por tener unos ojos verdes increíbles, una sonrisa preciosa, un pelo encantador, unos hoyuelos tentadores, y por ser el "mismísimo Harry Styles" voy a enamorarme de ti por que sí?

Pues vas muy mal chaval.
Este lo único que quiere es pasarlo bien una noche, quizá dos, y luego ni acordarse de mi nombre. Es como todos, bueno, como casi todos; unos creídos que creen que pueden conseguir a cualquier chica simplemente por hacerse el chulo delante de ella.
¿Pero quién os ha enseñado a ligar?
En cambio el otro me cae bien. ¿Cómo se llamaba? Em... Niall, sí, Niall.
Que cabrona la Lidia... Como nos la había colado.
'Norman', 'Norman'...
Sí, las narices. Famoso buenorro por toda la cara.
Y es que no es sólo que se llevasen bien, sino que tonteaban todo el rato. Pellizcándose durante la película, diciéndose cositas al oído, mirándose como unos enamorados... En cambio yo tengo que aguantar al Styles aquí a mi lado. ¡Y ahora el tío este se me pega más a mí! Joder, me ha tocado al más pesado. Con lo adorable que parecía el chico moreno que vimos en el supermercado junto a Niall.

- Oye, Styles, - le dije susurrando - ¿podrías echarte un poco a la izquierda? Es que me agobias un poco.


Por fin escondió esa sonrisa suya de "vas a acabar comiendo de mi mano" y se movió un poco hacia donde le dije.

Seguía aplastándome. Resoplé.

De repente oímos unos golpes a la puerta y una voz de una señora mayor que llamaba a Lidia.

Esta paró la película que estábamos viendo en el ordenador y me miro asustada.

- Mierda, mierda, es la vigilante. - dijo- ¡Escondeos!


Fue a hacia la puerta, comprobando antes si no había nada fuera de lugar. Yo mientras había rodado sobre la cama con el fin de caer al suelo y esconderme ahí.

Pero como la mala suerte me acompaña ahí a donde vaya, tuve la desgraciada fortuna de caer justo encima de alguien al que no me apetecía tocar ni con un palo.

- Oye Megan, sí tenías ganas de tirarte encima mío podrías haberte esperado un poco a que llegásemos a mi casa - susurró Harry con una sonrisa. 


Le miré con cara de odio y le tapé la boca. Es que soy tonta. Podría haber hecho como Niall y meterme en el baño. Pero no, era más divertido lo de rodar y rodar y caerme encima del 'rizos' este. Intenté oír un poco la conversación de Lidia y la vigilante (Dios, odiaba a esa mujer).


- Lidia, sea lo que sea que estés haciendo allí déjalo, que ya es hora de dormir. 

- Sí, si. Es que estaba viendo una peli pero ya está por el final - dijo Lidia de una forma bastante creíble.
- Vale. Y toma, esto es para ti - no sé que le entregó, seguro que algo de correo o algo así.
- Gracias.
- Buenas noches. Y apaga ya. 
- Si, si, si.

Oí como cerró la puerta y me levanté rápidamente. No quería seguir encima de Harry mirando sus ojos verdes mientras el se reía por debajo de mi mano.

Niall también salió del baño y Harry se incorporó casi al mismo tiempo.

- ¿Qué es lo que te ha dado? - le pregunté.

- Nada, solo cartas y cartas de familiares que me felicitaran el cumpleaños y tal.

*NARRA LIDIA*


Después de que viniese la vigilante nos quedamos una media hora o algo así sobre la cama, contando anécdotas y conociéndonos mejor. 

Meg estaba un poco rara con Harry. Casi ni le miraba, ni le hablaba ni nada. Con lo majo que era el chico.
Aunque me sorprendió mucho cuando después de cerrar la puerta vi que de repente, del otro lado de la cama, salía Megan y luego Harry.
Megan iba de que no quería nada con él, pero luego bien que se escondía a su lado...

- Bueno, nosotros tenemos que irnos, que ya es tarde. - dijo Niall mirando su reloj.

- Pues entonces ya nos volveremos a ver - comenté triste. No quería que se fueran. Fui andando acompañándoles a la puerta. - Un placer estar con vosotros.
- Igualmente - dijo Harry. Me acerqué y les abracé a los dos. - Ves Megan, las chicas bonitas y agradables tratan bien a la gente, pero como tú no eres ni bonita ni agradable...Pues ahí está el problema - añadió haciendo rabiar a Megan mientras la miraba. A esta se le hinchó una vena.
- Pero Styles, ¿de qué vas imbécil? ¿Crees que voy a enamorarme de ti a la primera como todas las rubias de bote a las que te tiras? Ni de coña. Y ahora vete que no me apetece verte más. - dijo empujándole hacia la puerta. Harry se dio la vuelta y se puso a poco centímetros de ella. Yo miraba alucinada la escena mientras me aguantaba la risa con Niall.
- ¿No me vas a dar un beso de despedida? - dijo Harry sonriéndola y acercándose un poco más.
- Que te pires chaval. Yo a ti ni agua.

Le sacó fuera y cerró la puerta.


- Anda Niall, creía que ya estabas fuera con él.

- No, sigo aquí - dijo riéndose  Me miró. - Lidia, mañana, el jueves y el viernes me voy al sur de Inglaterra para unas entrevistas, ¿pero crees que el sábado podríamos vernos? En plan estar con todos y tal. - Se me iluminó la cara.
- ¡Claro! ¿Qué opinas Megs?
- Em... ¿Yo? ¿Con el rizos? Uy, me lo tengo que pensar. - me deprimí un poco y pareció notarlo - Pero bueno, creo que podré soportarlo. Claro que iremos. - dijo la morena.
- Genial - comentó Niall.
- Por cierto- dije - en el grupo somos dos chicas más, Amelia y Brigitte, que también os adoran, ¿se podrían venir?
- ¡Por supuesto! Seguro que les hace mucha ilusión.
- Seguro. Bueno, adiós. - me despedí sonriente volviendo a darle un abrazo. Megan hizo lo mismo. - Recordad no hacer mucho ruido al bajar, que se supone que no podéis estar aquí. La de recepción ya no está así que lo tenéis fácil.
- Vale, gracias. - me sonrió y se fue igual que había llegado.
- ¡Tía, tía, tu estás pillada! - dijo Megan mientras se sentaba en la cama conmigo.
- Es que es super guapo, y adorable, y majo y dios. Sí, me he pillado. - ella se rió. - Pero para chicas pilladas tú. Que con Harry bien que te lo pasas.
- ¿Qué? ¿Pero tú eres tonta? - dijo alterada - ¡Pero si no le aguanto! ¡Es un pesado!
- Claro, claro, ¿y entonces que hacíais los dos escondidos tras la cama?
- Es que iba a esconderme y fui rodando hasta caerme, ¡pero no sabía que él estaba ahí!
- Ya claro, claro. Eso dicen todas. - sonreí.
- Que es en serio Lidia. Por muy guapo o mujeriego que sea, nunca me va a gustar ese tío. Sí es un engreído y un egocéntrico.
- Que vale, que vale. Te creo.

No la creía.



*NARRA HARRY*


- Dios, ¿es que la has visto? Su pelo, su cuerpo, sus ojos, sus labios, su forma de hacerse la dura conmigo, su personalidad, su todo. ¡Es que es perfecta! - le dije a Niall. Esa chica me tenía maravillado. ¿Dónde había estado toda mi vida? Y mira que yo soy más de rubias, pero desde que la vi entrando por la puerta me quedé absorto con ella.

- Sí, sí. Muy guapa. - me dijo el rubio. - las vamos a volver a ver este sábado, ¿sabes?
- ¿Este sábado ya? Buah, esta va a caer seguro. - sonreí pensando en ello.
- Harry, esta no es otra más como las de las discotecas. Megan parece de estas que no se dejan llevar fácilmente.
- Así son todas, siempre al principio se hacen las duras pero luego pasa lo que pasa. 
- Pareces muy seguro, pero algo me dice que esta vez vas a ser tú el que va a sufrir por ella.


*NARRA LIDIA*


Sábado 29 por la mañana. Estaba impaciente. Llevaba tres día sin verle y ya el mundo se me caía a los pies. Y además él lo complicaba todo un poco más pues todos los días hablaba conmigo por WA y claro, yo así cómo quieres que no me enamore.

Ayer sacaron el vídeo de Live While We're Young, y se me paraba el corazón cuando aparecía el tocando la guitarra con las gafas negras.
En un día que ya llevaba colgado en Internet, podría haberlo visto perfectamente unas cincuenta veces. No me cansaba.

Fui a por a Megan. Ya era hora de decírselo y preparar todo.

Llamé a su habitación y salió rápidamente con una sonrisa en la boca.

- Megs, ¿y esa sonrisa? - pregunté aún sabiendo ya la respuesta.

- Pues porque hoy hace un día muy bonito - dijo intentando engañarme.
- Ya, ya. Y no tendrá nada que ver que vayas a ver a un chico con muchos rizos, ojos verdes, hoyuelos...
- ¿Tía tú que te fumas? Estas super pesada con ese tema. - me encantaba cuando se enfadaba.- Odio a ese tío.
- Si quieres apostamos veinte libras a que acabáis juntos.
- Vale venga. Ya verás como pierdes. Y me reiré de ti en tu cara.
- Si, si - sonreí - Harry...
- ¡Cállate!
- Tranquila, tranquila. - me reí por lo bajo - vamos a por Amelia.

Fuimos a por ella, qe estaba en el salón con Bibi.


- Brigittina - así la llamaba a veces de forma cariñosa - te robamos a Am un momento ¿va?

- Em... vale. - dijo sonriendo. Siempre sonreía, fuese algo bueno o malo. Me encantaría tener esa capacidad de ser feliz siempre. Aunque a saber qué se le pasaba por la cabeza.

Nos alejamos hasta llegar a mi habitación y entramos.

Se sentó en uno de los sillones mientras que Megan y yo nos sentábamos en la cama.

- Bueno, ¿que queréis? - nos preguntó con curiosidad.


Cogí aire y miré al suelo. Después levanté la vista hacia ella y le empecé a contar todo lo que le conté a Megan el martes, añadiendo también lo de que los chicos nos habían invitado a su casa.

Ella no hablaba. Solo abría la boca y la cerraba, para luego volver a abrirla y cerrarla.
Acabé y ella seguía sin decir nada. Megan y yo nos miramos preocupadas, a ver si la había dado un chungo o algo así.

- ¿Me estáis vacilando? - dijo al fin.

- Te juro que es pura verdad - le acerqué el meñique, que esa era la forma que tenía para jurar algo que de verdad, de verdad, iba en serio.

Esperé a ver su reacción. Pero adoptaba una expresión tranquila. 

De repente, y sin esperarlo, se le abrieron los ojos muchísimo.

- Lidia, ¿entiendes lo que significa esto?

- Em... ¿que vamos a ser amigas de una de las boybands más famosas del mundo?
- Aparte. - me miró fijamente - ¡Que posiblemente te conviertas en la novia de Niall Horan!
- Venga chavala, deja de flipar. 
- Que sí, que si. O según me has descrito todo esto parecía que él estaba muy... 'cercano' a ti.
- A ver, ¡cómo narices se va a fijar en mí teniendo a muchas chicas increíbles a sus pies?
- Yo me fijaría en ti - dijo Megan con una sonrisa.
- Gracias Megs. Aprecio tu lesbianismo. - nos empezamos a reír.

Cuando Amelia ya había procesado toda la información y después de que nos contase las múltiples ideas de lo que se iba a poner para esta tarde, le contamos el plan que teníamos preparado.

Al momento, me llegó un mensaje.

N- Smeagooool:) deseando vertee :)xx quedamos a las ocho en casa de Harry. Llevad bañador:)


Mi sonrisa se amplió diez veces más de lo normal.

Les enseñé el mensaje y comenzaron a gritar como si les hubiese tocado la lotería.
Dios, que escandalosas.
También tuve que explicarlas la historia de Smeagol y Gollum, del Señor de los Anillos y me miraron con cara rara.

- Nuestra pequeña friki... - dijo Amelia pasándome la mano por la cabeza como si fuera un perro.




Siete de la tarde.

Fuimos a por Bibi a su cuarto, que seguramente vio que Amelia no volvía al salón con ella y se aburrió, por lo que decidió ir a su habitación.
Entramos rápidamente.

- Brigitte, rápido, tienes que prepararte, ponerte guapa. No muy guapa pero si guapa a secas, que te vamos a llevar a cenar a un sitio. Y coge el bañador. Ah, y estate lista a las ocho menos cuarto en el porche de la entrada. - dijo Megan al igual que un sargento.

- ¿¡Qué!? - preguntó ella sorprendida.
- Haz lo que te he dicho y ya está.

Salimos rápidamente y cada una se fue a su cuarto a vestirse.


Siete y cuarenta de la tarde.

Ahí estábamos las tres, en el porche de la entrada, esperando a Bibi. Amelia daba saltitos en su sitio. Yo hubiese hecho lo mismo en su lugar, pero ya me había acostumbrado un poco a estar con ellos por lo que los nervios se me habían pasado ligeramente.
Megan, para mi sorpresa, se había arreglado y parecía otra distinta. Llevaba un vestido blanco que llegaba hasta el suelo. En la falda de este, había unos detalles de unas pequeñas flores azul marino. En los pies llevaba unos tacones color beige con detalles también azules en el tacón. De chaqueta llevaba una vaquera que llegaba hasta un poco más alta que la cintura. Y el pelo se lo había dejado todo suelto, destacando su gran melena negra rizada. En la parte izquierda se lo había recogido con una flor del mismo color que las del vestido.
"Anda si no es tonta la chica, que se pone guapa para la ocasión" pensé.
Amelia iba con unos pitillos vaqueros y una camisa blanca ancha y transparente con la espalda cubierta de encaje, de forma que se le podía ver la cinta del bikini a través de él. En los pies llevaba unos tacones negros cerrados con cordones y en su mano llevaba una chaqueta del mismo color. Y el pelo recogido en una trenza de espiga.
Yo había elegido una falda de pequeñas tablas de color granate que se degradaba mezclándose con un beige claro en los bordes de esta. En la parte de arriba llevaba una blusa blanca con un fruncido en la parte del escote. En los pies llevaba mis botines marrones de tacón con cordones que tanto me gustaban. Y encima un chaquetón marrón. Me hice un moño despeinado aposta, con unos cuantos pelos del flequillo fuera.

- A ver chicas, ¿lleváis el bañador? - asintieron - ¿ropa para después? - asintieron - Perfecto. Y Amelia, recuerda que no les gusta que les griten el la cara o que se les pongan a llorar de emoción. Así que tu piensa que son chicos normales y ya está.

- Oído cocina - dijo guiñándome un ojo. - Mira, ahí viene - susurró.

Vimos a Bibi salir y reunirse con nosotras. Llevaba un pantalón vaquero corto alto, que subía hasta más alto que el ombligo. Por dentro llevaba una camiseta gris de manga francesa abierta toda por detrás, dejando al aire su espalda (casi al igual que Amelia) con unos pinchos dorados en los hombros. En los pies llevaba unas Vans negras con la suela muy gorda de unos 6 cm, al más puro estilo vintage, que provocaba que estuviese más alta de lo normal. Me asombró que no llevaba medias. Esta chica siempre desafiando al frío.


- Bueno, aquí estoy, ¿a dónde vamos? - dijo Bibi inquietada.

- Pues es que mira, - comenzó Amelia - antes de hacer nada tienes que taparte los ojos con esto - le mostró una cinta negra.
- ¿Y por qué tanto misterio? ¿A dónde me lleváis? ¿No es nada malo verdad?
- No, no, no. Es una sorpresa. Tú póntela y deja que te guiemos.
- Vale - dijo bufando. Se la puso un poco a regañadientes y empezamos a andar.

Durante el camino, Bibi preguntó varias veces lo típico de "falta mucho". Dios, estaba super nerviosa por ver la cara que ponía al entrar en la casa. Se le iluminaría la cara, y seguramente se le pararía el corazón, como me pasó a mí la primera vez. Aunque Bibi, con lo entusiasta que es, seguro que empezaría a gritar o algo así y eso era lo que temía en parte.


Niall me dijo anteriormente que dejarían la verja abierta, y que la cerrásemos después. Así hicimos.


- He oído como cerrabais una puerta, o algo - dijo Brigitte moviendo la cabeza para todos los lados.

- ¿Quieres estarte quieta? - dije entre risas.
- ¿Y ahora por qué te ríes, so guarra?
- Tía cállate, que ya casi estamos - dijo Megan.

Llamamos a la puerta, esperando a que nos abriesen.


- Y ahora habéis llamado a una puerta, que a mi no me engañáis. ¿Pero donde narices estamos?


Antes de decir nada, Zayn abrió la puerta y nos sonrió. Le saludé con la mano, sin hacer ruido. Vi como Amelia se mordía el labio y como Megan sonreía también. Yo empujé a Bibi por todo el recibidor. Zayn me indicó con gestos que los chicos estaban en el salón y fuimos hacia allí.


- Eh... ¿chicas? ¿Donde coño estamos? - Llegamos al salón y todos nos sonrieron y yo hice igual, aunque centrándome más en una persona.

- Bibi, tranquila, - dije pasándola la mano por el hombro - ya puedes quitarte la cinta. - Y así hizo.
- HOSTIA PUTA. - exclamó Brigitte provocando que todos nos empezáramos a reír.

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