14.2.13

Capítulo 48


"Sábado 1 de Diciembre. 5:02 P.M. Aeropuerto de Heathrow, Londres.
Cuatro chicas y cuatro chicos, falta uno por llegar. Seis de esas personas cogerán un vuelo hacia los Estados Unidos en apenas media hora.
Alrededor, un círculo de gente que hace fotos y graba."

- Esta vez no lloras. - me dijo
- Eso es por que me he hecho una jabata. - sonrió.
- Ya claro. A lo mejor que estás poniendo los cuernos con uno y no lloras porque estas feliz ya que le vas a poder ver más.
- Claro, y mientras me acueste con él estaré pensando en los días que te quedan para volver, ¿no?
- A tanto no llega - sonreí.
- No, ahora en serio. No lloro porque sé que solo te vas cuatro días y que eso no es nada comparado con las dos semanas que fueron la otra vez. Y ademas - me acerqué a él y le susurré cerca del oído - La espera aumenta el deseo. - él abrió los ojos como platos.
- Lidia, yo que tú no volvería a hacer eso si no quieres que te viole en pleno aeropuerto.
- Mmm, no por favor. - reí y le acaricié su pelo rubio. Después, me acerqué a él a darle un beso. Un beso lento, pero dulce, demostrándole que le echaría mucho de menos estos días.
- ¡Por favor! - gritó Louis - ¡Que hay niños delante! - nos separamos riendo. 
- ¡Pero si el único niño que hay aquí eres tú! - le dijo Niall.
- Pues eso. Puedo sufrir trastornos psíquicos. 
- Ya claro, no dices lo mismo cuando te das revolcones con Eleanor - dijo Harry acoplándose a la conversación.
- ¡Harry! - se quejó la novia de Louis dándole un pequeño golpe en el brazo mientras todos los demás reíamos.
- Déjale, las hormonas, ya sabes... - dijo Megan sonriendo al chico de rizos.
- Como no aparezca este chico en diez segundos va a acabar mal - dijo Liam, que estaba nervioso pues Zayn aún no había aparecido.
- Tranquilo, Liam, - dijo Bibi - me ha enviado un mensaje diciendo que casi está aquí.

'¿Y por qué te ha enviado un mensaje especialmente a ti, eh, Brigitte?' pensé.

- ¿Te pasa algo? - me susurró Niall. Debía haber notado que me había puesto tensa. 
- No, ahora no me pasa nada. Pero a lo mejor en un futuro entro en Fase Pokemon...
- ¿Fase Pokemon?
- Sí, ya sabes. Estos momentos en los que repartirías sopapos a todo el mundo.
- Qué rara eres.
- Te encanto.
- Qué lastima que sea verdad. - sacó su sonrisa a luz, su preciosa sonrisa que combinaba perfectamente con sus ojos azules.
- Anda, cállate. - y me acerqué para besarle.
- ¡Ya estoy aquí! - dijo Zayn sofocado apareciendo a nuestro lado.
- Tío, nos íbamos a ir sin ti eh - le dijo Liam.
- Lo siento.- se disculpó el culpable.
- A todo esto, ¿dónde estabas? - preguntó Niall.
- Eh, ya sabéis, últimos retoques para el viaje, lo típico - los demás asintieron, pero yo no me lo tragaba. 

'Señor Malik, ¿qué estás tramando?'

"Pasajeros del vuelo 478 con destino Nueva York vayan embarcando"

- Parece que tenemos que irnos - dijo Harry.

Miré a Niall y le sonreí pero de estas sonrisas de 'Estaré deseando que vuelvas' no porque me alegrase de que se vaya, ni mucho menos. Dejó su bolsa de mano en el suelo y se juntó a mí.

- ¿Te he dicho lo mucho que me encanta tu pelo? - le dije acariciándoselo.
- ¿Te he dicho lo mucho que me encantas tú? - sonreí como una tonta.
- Pásatelo bien, ¿vale pequeño Simba? 
- Por supuesto.
- Y cuando cantes en el MSG piensa en mí. Sobre todo cuando cantes Little Things.
- Siempre pienso en ti, así que no habrá problema. - Dios, se me iban a venir las lágrimas encima, es que lo sabía, lo sabía.
- Joder, Niall, si me dices esas cosas sí que voy a llorar, jope.  - se rió - ¿Te estás riendo de mí?
- Sabes que yo solo me río si es contigo. - va, primera lágrima cayendo. Menos mal que tengo una mano rápida que sabe apartarlas con la máxima discreción. - Ey, que solo son cuatro días - me abrazó - No llores.
- Tú, bandido, primero, no estoy llorando, es una reacción alérgica al oxígeno de este sitio.- sonrió - Y segundo, - cogí aire - es que me dices cosas muy bonitas - y otra lágrima mas.
- Vale, desde ahora te diré cosas feas. ¿Vale adefesio? - negué con la cabeza.
- Aún así suena bonito si lo dices tú.
- Mmm, pues entonces ya no sé qué hacer. ¿Te vale con un beso? - sonreí a la vez que se me olvidaba todo lo demás.
- Una decena de ellos. 
- Tomo nota.

Y empezó a darme besos por toda la cara, dando diez exactamente, y el último de estos, acabó en mis labios, siendo este más largo, e indudablemente, mucho mejor.
Cuando nos separamos le acaricié la mejilla y fui a despedirme de los demás. Megan y Harry estaban ahí, dándole al tema. Liam abrazaba a Bibi, y esta le correspondía, pero notaba en su mirada algo raro, no sé, vacío, sin su encanto que tenía cada día. Tenía que hablar yo con esta a ver qué narices estaba ocurriendo...
Me acerqué a donde estaban Louis, Eleanor y Zayn, que hablaban sobre no se qué de una tienda o algo así. Ni idea.

- ¡Ey, pequeña! - me dijo Louis - Ven aquí. - abrió sus brazos a la vez que yo me refugiaba en ellos.
- No sé qué voy a hacer cuatro días sin tus bobadas, Lou.
- Yo tampoco sé que voy a hacer sin mi friki del Señor de los Anillos. - me dio un beso en la frente y yo le estrujé más - No vemos a la vuelta, ¿vale? - asentí, y separándome me fui hacia Eleanor que sin darme tiempo a reaccionar, se lanzó encima mío.
- ¿Qué voy a hacer yo sola rodeada de cinco gandules? - me dijo a la vez que reíamos.
- Si quieres te cambio el puesto...
- Si, claro, y me quedo sin ir a New York. Graciosa. - reí de nuevo. - Os traeré algo, os lo prometo. No sé el qué, pero algo.
- No hace falta...
- Por favor, somos mujeres, claro que hace falta. Cuanto más mejor. - me encantaba esta chica, en serio.
- Ele, te voy a echar de menos.
- Y yo a ti zopenca - me volvió a abrazar.
- Cuida a Niall. 
- Por supuesto.
- Y no hagas cosas prohibidas con Louis. - se rió.
- Vale, nada prohibido. - me dio un beso en la mejilla se apartó, para dejar que me despidiese de Zayn. Fui hacia este, que me abrazó al igual que los demás.
- Es íncreible lo que has cambiado a Niall. Ahora está siempre alegre - me dijo. - Está en buenas manos.
- Gracias Zayn. Por cierto, tú y yo a la vuelta tenemos que hablar, ¿vale?
- Hablaremos lo que usted quiera. - asentí.
- Pero Zayn, pase lo que pase, no quiero que nadie sufra, ¿entendido? - me refería a Liam. En el hipotético caso de que un posible rollo surgiese entre Zayn y Bibi, me cabrearía bastante por el tema Liam y tal. Zayn frunció el ceño.
- Em... Vale. - volvió a sonreír y me dio un beso en la mejilla. Fui a donde estaba Harry.
- ¡Tú, señor roba mejores amigas! - le abracé fuertemente.
- No es solo cosa mía, ella también se acerca a mí. - reí.
- Harry, quiero que me llaméis todas las noches, ¿va? Bueno, para Niall es obligatorio llamarme, pero también quiero estar informada sobre vosotros.
- ¡ Oído cocina! - le tiré de uno de los rizos - ¡Au!
- Me encantaría tener tu pelo, ¿sabes?
- ¿Así de corto?
- No, en largo, hombre.
- A vale - sonreímos - Hasta el miércoles, Lilian.
- Hasta el miércoles, Henry. - me dio un sonoro beso en la mejilla y se apartó. 

Miré a Liam. Estaba hablando con Niall. Estaba feliz. No me podía imaginar lo mal que lo pasaría si se llegase a enterar de que Bibi le ha puesto los cuernos con uno de sus mejores amigos. Bueno, que aún no estaba nada asegurado, necesitaba pruebas. Pero como yo soy de estas que tienen mucha imaginación, pues eso, así vamos, sacando conclusiones de hasta debajo de las piedras.
Pero aún así, pasase lo que pasase, si Liam sufría, iba a enfadarme mucho. Mucho. Creo que Liam es una de esas personas entre un millón que no merece nada malo del mundo, pues él siempre tiene momentos para todos y siempre te trata de buena manera.
Pobrecito. Por favor que lo de Bibi y Zayn fuesen solo imaginaciones mías.

- Leeyum de mi alma - le dije poniéndole una mano en la mejilla.
- Bueno, pero si es mi renacuaja favorita.
- Eh, solo soy dos años y veintiséis días más pequeña que tú.
- Oh, soooolo. Un poco más y me alcanzas - me revolvió el pelo. Dios como le quería. Me lancé a él a abrazarle.
- Liam, te quiero. 
- Bueno, ¿y esto? Ten cuidado que a lo mejor el rubio nos ve y descubre nuestro amor secreto - sonreí.
- Bah, ese no se entera. - se rió - Que sepas que pase lo que pase, siempre voy a estar aquí, ¿vale?
- Claro que lo sé. Pero me estás asustando, ¿por qué me dices esto ahora?
- Por nada. Solo quería decírtelo.
- Ah bueno, entonces, que la señorita me deje decirla que yo también estaré aquí para lo que sea. Adiós Lidia, me tengo que ir.
- Adiós Liam. - me dio un beso en la frente.

Después, cuando ya todos se habían despedido de todos, nos juntamos y nos dimos un abrazo grupal.

- Oh, la familia One Direction - dijo Louis.
- Falta Paul - analizó Megan haciendo que empezásemos a reír.
- Bueno chicos, mucha suerte en todo - dijo Bibi.
- Igualmente.

Y diciendo esto cogieron sus cosas y se fueron hacia la puerta de embarque. Nosotras, las chicas, nos quedamos unos pocos segundos mirando como se iban. Después, nos dimos la vuelta, aún con la presencia de montones de fans a nuestro alrededor capturando todo lo ocurrido.
Sin embargo, noté una mano en mi hombro. Me giré y me topé con los ojos más bonitos del mundo, de un azul cielo precioso.

- No me he quedado a gusto, necesito algo - dijo Niall sonriendo levemente.
- ¿El qué?
- Esto - me puso una mano en la mejilla, y con la otra me sujetaba de la cintura. Poco a poco se fue acercando más, hasta darme un último beso. ¿Por qué los mejores besos eran siempre los de despedida? Me podría pasar así todo el tiempo del mundo, pero era hora de irse, así que nos separamos lentamente - Mmm, esto ya me vale para los cuatro días. - E igual que había venido, se dio la vuelta y se alejó corriendo deprisa. Dios, ¿qué iba a hacer con este chico? Me volvía loca, y nunca mejor dicho.




Domingo 2 de Diciembre. Situación: sobre mi cama viendo capítulos de Pretty Little Liars y con las bolsas de patatas acabadas.

Mierda, me había quedado sin provisiones. Necesitaba comer algo. 
En el comedor siempre hay comida por ahí, ¿no? Además, no ha pasado mucho desde la hora de comer, a lo mejor les queda algo.
Le di a pausa en el ordenador y me levanté de la cama. Abrí mi armario. Busqué algo que ponerme pero uf, que pereza. Bueno, da igual, me bajaré en pijama, total, cosas peores se han visto por aquí.
Salí de la habitación, sin hacer mucho ruido para que nadie se percatase de que estaba ahí. Bajé las escaleras y llegué al comedor. Como yo supuse, aún quedaba un poco de comida. Pillé unas cuantas peras, una barra de pan y una botella de zumo de naranja, y me dirigí de nuevo a mi cuarto. Pero cuando casi estaba al lado de mi puerta, algo me llamó la atención.
La puerta del cuarto de Amelia no estaba bien cerrada y se oía hablar a ella.

- Lo tendré, lo tendré para este martes. - silencio - Que si, sacaré el dinero de donde sea. Pero tú tráelo - silencio - Que no, joder. Que lo voy a tener para ese día - silencio - lo de la otra vez fue un desliz, no volverá a pasar. - silencio. - Vale, te espero el martes donde siempre a la misma hora de siempre. - silencio - Sí, adiós.

Mi corazón se aceleró. ¿Había vuelto a....
No, no puede ser, Niall me dijo que estaba mejor.
Empujé la puerta y entré. Cuando me vio puso una cara de horror, como de miedo, pero luego la cambió.

- Fuera - me espetó.
- No. - contesté inflexible - Amelia, ¿sabes lo preocupado que ha estado Niall por ti? ¿Y tú se lo pagas así, retrocediendo todos los pasos que habíais avanzado? 
- Fuera.- no obedecí. Anduve hacia ella y me senté a su lado en la cama, depositando todos los víveres sobre ella. Pero se levantó y se dirigió hacia la ventana. Al llegar se quedó quita.
- Amelia, ¿por qué empezaste todo esto?
- Son mis asuntos, ¿vale?- me contestó bordemente. Vaya, parece que nunca íbamos a saber la razón.
- Pero esto está yendo demasiado lejos. ¡Te estás matando por dentro!
- Deja que haga lo que quiera - me levanté y fui junto a ella.
- No.

Se giró a mirarme y se quedó callada durante unos segundos. Podía ver en su mirada un sentimiento de miedo, de culpa, de esclavitud. Ya no era la misma Amelia que se acercó a mí a conocerme, la que ayudó a organizar mi fiesta, la que se puso feliz por conocer a los chicos de One Direction. Simplemente era un cuerpo sin alma, sin vida, que se iba consumiendo poco a poco. Y lo peor es que no sabía el por qué de todo esto, y mucho menos el cómo sacarla de ahí.
Sin esperarlo, Amelia se tiró al suelo, quedando sobre sus rodillas, y empezó a llorar. Dios, nunca creí que entrando en su cuarto me iba a encontrar en esta situación.
Me agaché yo también, quedando a su altura.

- No me lo merezco... No me lo merezco - repetía entre llantos - Y mucho menos de ti.
- Ey, Amelia - levantó la cabeza. Dios, ahora si que había perdido toda la magia - tienes que salir de aquí. ¿Vale? Si sigues en Londres te verás obligada a continuar con esta mierda, y más y más - asintió con más lágrimas - Llama a tus padres, diles que vuelves. Yo te busco un vuelo para cuanto antes posible. Y mañana vas a hablar con el director del instituto y con el de la residencia - volvió a asentir - Y en Italia no salgas de casa, o al menos cuéntale a tu familia tu problema, te ayudarán.
- Lidia, no sé si debo dejar esto... Por una parte no quiero irme.
- Ya Amelia, pero míralo de este modo. Aparte de lo de las putas drogas, sacas malísimas notas, casi no vas a clase, ya no te relacionas y...y... Y no sé que más. Pero estás haciendo que tus padres paguen algo que no funciona. - más lágrimas cayeron.
- Lidia, ¿por qué haces esto por mí? - sonreí tristemente.
- Porque cuando yo estaba sola, tú fuiste la primera en acercárseme.
- Lo siento...- dijo entre susurros.
- Olvídalo, anda.
- Os echaré de menos a todos, sobre todo a ti. Lo quiera aceptar o no, fuiste una buena amiga.
- Tú también lo fuiste - y me acerqué a ella para abrazarla.

Creo que esta era una de las situaciones más dolorosas que había presenciado. ¿Cómo decirle a la que fue una vez tu mejor amiga que debía irse y volver a su casa, dejando todo esto? Me cago en la leche. Otro marrón. 
Marrones, marrones everywhere.

Lo que quedaba de tarde lo pasé con ella, ayudándola con todo. Encontramos un vuelo, no excesivamente caro, para el martes por la mañana. Ya había hablado con sus padres, e incluso en un momento de desesperación por parte de ella, pero yo me puse a dialogar con ellos, y gracias a mi vocablo persuasivo conseguimos lo que queríamos. También hablamos con el director de la residencia, que le dijimos que era por problemas familiares bastante serios, pues no les íbamos a decir lo de todo el embrollo de las drogas, que entraría en cólera. Él al principio no lo tomó de muy buen grado, y dijo que primero tenía que hablar con los padres de Amelia. Después de hablar con ellos, nos confirmó la petición.
Luego, ayudé a Amelia con sus cosas, que no eran muchas pues la mayoría habían desaparecido. Supuse que las vendió para ya sabes, conseguir dinero, pero no estaba muy segura. 
Me quedé con ella hasta que se quedó dormida, que fue muy pronto. Estaría cansada.
Y volví a mi habitación.

¿Sabes? Esto siempre pensé yo que ocurría en las películas, libros, series... Todo me parecía muy irreal, porque no lo había vivido nuca. Pero es tan doloroso cuando una persona pasa por esta situación... El ver a alguien con quien has tenido mucho afecto que se está matando por dentro... Porque es que es eso. Te mata. Se apodera de ti, no te da elecciones, dependes de ello... Y eso poco a poco o de mucho en mucho, quien sabe la rapidez de estas mierdas, te va arruinando tu interior, así hasta dejarte sin nada.
Nunca llegaré a entender cómo lo estaba pasando Amelia, pero aún así, desde fuera, todo esto se veía muy jodido.
Sabía que irse era lo mejor para ella, que haría que desconectase un poco de todo y sus padres la tendrían más vigilada.
Oh sus padres... Cómo se pusieron cuando mencionó la palabra 'drogas'.
Si fuese madre, creo que sería una de las peores cosas que podría oir de una hija.
Pero ya casi se podía respirar aliviado. Amelia se iba a recuperar, y en gran parte gracias a mí.
Quién sabe si la veré de nuevo algún día.


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C'est moi!
Hola hobiiiits:) Otro capítulo de esta especie de novela irreal hasta las trancas, porque vamos, es real y muero lentamente por dentro.
A lo que voy,
POR FIN NOS HEMOS QUITADO A LA ZORRUPIA DE AMELIA DE ENCIMAA!
Es que hace tiempo la gente me decía que no les caía bien ella asi que dije: Me la cargo, la meto en las drogas y ya está. 
Y ya desaparecerá para siempre.
No me ha gustado mucho este capítulo, pero bueno. A la mayoría no les parecerá interesante porque no es cursi ni subidito de tono... *tos* viciosas *tos* jajajaja
bueno, que eso, que hoy es San Valentín para algunas. San Solterín para mí y que ya nada más.
Que comentéis, me deis publicidad, y haceos seguidores andaaa! :):):)

5 comentarios:

  1. pues a mi me ha gustadoo muchoo esque soy una adictaa :))

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    1. Pues me alegro ajajaj:)
      a mi no me entusiasmo mucho porque no es lo mismo mirarlo como lo ves tu a como lo veo yo, pero bueno, me fiare de mis lectores-:):)):):

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  2. Me encantoooooooooooooooo sigue sigue sigue sigue ya!

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  3. Lidia , como te dije esta mañana te dejo comentarios desde este capítulo. Que sepas que adoro la forma en la qur escribes , y que decir de este que ya era hora de que acabaras con esa putita jajajaj.
    LOVE ONE DIRECTION.
    De tu little directioner:)
    Ojalá sepas quien soy, te quiero mil.

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  4. jajajajjajaja mi nereeee! mi lectora NUMERO 1 FOREVAAAAH! ajajajjajaja
    que te quiero mucho y que me encanta que te encante y que disfrutes leyendo
    y bueno, que mañana no te salvas de un beso de los buenos jajajaja
    tequiroooooo

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