5.2.13

Capítulo 40


*NARRA HARRY*

Entré en mi habitación y le di una patada al sillón, haciendo que una pata se hundiese un poco hacia dentro.
¿Cómo había podido ser tan estúpido? Debía de habérmelo esperado. Ella... Él.... La verdad es que ella podía hacer lo que quisiese, ninguno era ahora nada del otro, y yo había estado todo el rato tonteando con Diane, aunque solo fuese para ponerla celosa.
¿Pero por qué lo hizo? 
Creí que me seguía queriendo a mí, estaba dispuesto a ir a donde estaba ella y decirla que con Diane nunca había tenido nada, que simplemente la utilizaba porque no podía aguantar ni un solo día sin estar a su lado, y que Diane me recordaba en ciertas partes a ella.
Pero ese beso...
Ese beso lo cambió todo.

----- Horas antes ---------

Estaba en frente del espejo abrochándome la camisa. En media hora teníamos la firma de discos y después iríamos al pub ese nuevo. Seguro que a las chicas les encantaría.
Cogí mis cosas, agarré mi abrigo y bajé las escaleras, reuniéndome con todos los demás.

- Siempre el que más tarda eres tú - dijo Zayn al verme.
- Mis rizos, que se me revelan - le contesté con una sonrisa.

Subimos al coche que conducía Paul. En el trayecto yo estaba a lo que no debía estar. La iba a ver de nuevo. Y es que lo que pasó ayer me desconcertó bastante. ¿Tan celosa se puso por Diane que se tiró un vaso encima? ¿En serio, un vaso?
Sonreí pensando en esto pero se me borró la alegría al recordar lo que pasó en el cuarto de Liam.
"Harry, cuando quiera besarte lo sabrás. Hasta entonces, no lo intentes."
Esas palabras no se me borraban de la cabeza. Y la frialdad con la que las dijo...
Pero no me extraña. Llevábamos unas semanas de decir cosas hirientes el uno al otro que lo raro sería que no estuviese borde conmigo.
Aunque yo sabía que ella me seguía queriendo, y que mis sentimientos eran los mismos.

- Ey, ¿te pasa algo? - me preguntó Louis.
- No, no. Estoy bien, en serio - sonreí falsamente.
- ¿En serio? Te noto raro desde ayer.
- Que estoy bien. En serio. - pero no se daba por vencido. Me conocía demasiado bien.
- Es por Megan, ¿verdad?
- Sí. - admití - La quiero muchísimo. Es la primera chica por la que muestro esto. Pero ella no...
- Ya, ya lo sé. Pero el problema de Megan es que no se lo cree. Demuéstraselo esta noche.
- ¿Tu crees?
- Estoy seguro. ¿Cuándo me he equivocado yo, pequeño Harold?
- ¿Te acuerdas de aquella vez en la que me dijiste que aquel plato mexicano no picaba?
- A ver, eso fue un error. Pero salvo eso, siempre he tenido la razón.

Miré sonriendo a Louis. Tenía razón, debía hoy coger a Megan y decirla que lo que sentía era de verdad, pero esta vez de la forma más seria posible, para que notase que era verdad. Pero el marrón era que había invitado también a Diane, y ella cree que yo voy a tener algo con ella, pero no. A ver como me la quito de encima.
Se la encasquetaré a Josh o a Ed y ya está. Vía libre.

El coche nos dejó en una calle cercana al Big Ben. Paul nos guió por unos callejones hasta llegar a una puerta negra, seguramente trasera. Entramos por ella y después de varios pasillos, dimos con un gran recinto. Este estaba petado de fans que aguardaban para recibir una firma nuestra.
Empezaron a gritar cuando nos vieron. Levanté una mano y saludé con ella. Con la otra lanzaba besos al aire. Era super emotivo ver como las fans dedicaban mucho tiempo en nosotros, y como se sacrificaban. Cada vez que iba a un sitio de estos me emocionaba por dentro.
Nos sentamos en una mesa larga, con una silla para cada uno, en este orden: Louis, Zayn, Niall, yo y Liam.

Empezaron a pasar chicas y chicas, pidiendo que las firmáramos sus discos, alabándonos de vez en cuando, pidiéndonos matrimonio a veces... Ya sabéis, cosas normales.
Pero mis ojos se desviaban la mayoría del tiempo. Buscaba a una persona en concreto, a esa persona, a ella. 
No paré quieto en mi silla, es más, algunas fans se quedaron un poco extrañadas por esto, hasta que al final de la sala, distinguí a cuatro chicas, preciosas todas ellas, pero que entre todas había una que destacaba más. Megan.
Bueno, Diane estaba por ahí cerca, entreteniéndose con cualquier mosca que pasaba, asi que no la tuve mucho en cuenta.
Poco a poco se fueron acercando, hasta que llegaron a nuestra mesa.

- Os dije que quería vuestras firmas - dijo Lidia acercando sus dos Cds de nosotros que tenía. Niall se rió antes esto y rápidamente firmó las carátulas, nos las pasó a los demás y después cogió el brazo de Lidia y empezó a escribir algo.
- ¿Tu no quieres alguna firma ni nada, morena? - le dije a Megan guiñando un ojo.
- No gracias, ya le pediré a Zayn un dibujo - me dijo borde. Sabía lo celoso que me ponía cuando hacía más caso a él que a mí.
- ¡Harry, yo si quiero! ¡Yo si quiero! - dijo Diane impetuosamente. Puse los ojos en blanco. A ver, no es que la odiase, es más, éramos amigos desde hace tiempo, por eso la conocía, pero a veces podía ser un poco... insoportable.
- Vamos, Diane - dijo Bibi tirando de su mano - que hay chicas esperando - Diane fue a replicar, pero se calló. Bibi me sonrió mientras se alejaban. Vocalicé un 'Gracias' y ella asintió.

Dos horas más tarde, ya habíamos firmado todos los discos, camisetas, brazos, servilletas, posters, fotos, frentes, gorras, etc.

- Dios, me arden los dedos de firmar - dijo Niall.
- Ya, a mi también - añadió Liam.
- ¿Qué hora es? - pregunté.
- Las diez de la noche - contestó Eleanor apareciendo de no sé donde con todas las demás.
- Joder, que tarde ya.
- ¡Els! - gritó Louis yendo hacia donde estaba su novia y tirándose encima de ella, haciendo que cayese al suelo.
- Eres un animal - le dijo ella mientras se acercaba a besarle.

Louis la apretaba más a él. Imagináos el panorama: Eleanor, con Louis encima, dándole al tema, metiéndose mano, con todos delante, Con Paul mirándoles, todos los responsables del local embobados, etc. Vamos, cosas censuradas para menores.

- ¡Volved a Australia, por favor! - dijo Zayn tirándoles un boli haciendo que todos nos empezásemos a reír.
- Celoso... - murmuró Louis mientras se incorporaba - Hoy si que sí, ahora fiestuki, que ayer no me dejasteis.
- Que si, Louis, que si - dijo Lidia - de fiestuki nos vamos. - este soltó un pequeño grito a modo de alegría.

Fuimos hacia donde estaba el coche. Como las chicas habían venido en autobús, tuvimos que meternos todos apretujados en el coche. Adivinad quien estaba a mi lado espachurrándome contra la ventana. Sí, Diane. 
No debí haber empezado a hablar por twitter con ella después del viaje a España. Ahora me arrepentía más que nunca.
Qué imbécil había sido...
De reojo pude mirar a Megan, que se sentó en diagonal a mí. No me había percatado de lo guapa que iba. Se había puesto unos vaqueros, una camisa blanca y unos tacones negros, y el pelo suelto cayéndole por todo el pecho y el vientre.
Qué guapa estaba con algo tan simple. Esa era una de las cosas que me encantaban de ella. Cualquier cosa la hacía estar guapa, por muy minúscula y sencilla que fuera.
Creo que me pilló mirándole, porque en un momento se sonrojó y bajó la cabeza, para volver a levantarla y echarme una mirada rápida.
Sonreí para mis adentros.



Llevábamos ya unas cuatro horas en aquel pub. Me gustaba aquel sitio. Era todo negro, menos ciertos detalles en las paredes de neón y de pinturas fluosforescentes que le daban un toque a la sala un tanto futurista.
Había una barra enorme que rodeaba casi todo el local. En la parte que no rodeaba, había numerosos sofás de distintas formas: triangulares, con forma de cuadrado, circulares, etc. Y en la zona de la pista de baile, que no era muy grande pues no era un local principalmente para bailar, había un juego de placas en el suelo que alternaban distintos tonos de morado según las pisabas.
Además el ambiente era genial. Estaban ahí numerosos famosos. 
Vimos a Michel Bublé, a Cheryl Cole, a Bruno Mars, a Ed Sheeran, a Justin Bieber, etc. La mayor parte del tiempo la pasamos con estos dos últimos, pues nos conocíamos de antes. También estuvimos un rato con Simon Cowell, que fue el que nos dijo de ir esta noche al sitio este. Les presentamos a las chicas. Lidia y Bibi cayeron a sus pies, y empezaron a elogiarle diciendo que sin él nada del mundo de One Direction hubiese existido. Fue muy gracioso verlas ahí arrodilladas en medio de todo el mundo.

Pero quitando esos contratiempos, pasé la mayor parte del tiempo en la barra bebiendo cada cosa que me ponían.
Ojalá hubiese estado Megan conmigo en ese momento, ella siempre me hacía buena compañía, a pesar de sus duros gestos y frías palabras.
Pero no. Estaba con Zayn en un sillón sentada. Estaban solos porque todas las parejitas se habían ido por ahí a bailar o liarse o yo que sé que. En conclusión, que estaba pasándolo bien con otro que no era yo.
Genial.

Entre el alcohol y los celos, se me formó la idea de coger a Diane y llevármela a bailar a la pista, justo en una zona muy cercana a donde estaba Megan.
Me fijé en que ella nos estaba mirando pausivamente. Yo agarré de la cintura a Diane, que se sonrojaba y se pegaba más a mí.
'Ey, sin pasarse' pensé.
Pero vi que Megan seguía mirándonos de vez en cuando mientras reía con Zayn.
'¡Qué coño!' pensé. 'Es ella la que no quiere estar contigo. Tú puedes hacer lo que quieras'. 
Así que acerqué mi cuerpo al de la chica que estaba entre mis brazos e hice que apoyase su cabeza en mi pecho. Más cerca no podíamos estar.
Cerré los ojos por el mareo y porque quería alejarme un poco de todo ese entorno, imaginarme que era Megan la que bailaba pegada a mí.
A pesar de no ser ella, sino que era Diane, la situación era bonita, pero no, no había magia ni nada. Solo estaba el sentimiento de que había una chica guapa muy cerca de mi. Pero nada mas. Ni amor ni otras tonterías.
De repente una mano me sacó de mis pensamientos.

- Styles, que nos vamos a casa de Louis - dijo Megan. Me ruboricé un poco frente al contacto de su piel.
- Eh sí... Vamos, Diane.

En el camino de vuelta, ni Megan ni yo abrimos la boca. Solo reíamos ante las estupideces de Louis y Lidia, que iban más borrachos que yo que sé, y ante la risa contagiosa de Niall.
Llegamos acasa de Louis y decidimos quedarnos ahí un rato, tomando algo y pasando el rato juntos.
Así hicimos durante un buen rato, hasta que me percaté de que tanto Zayn como Megan habían desaparecido. Me temía lo peor. Sabía que Zayn estaba por Bibi, se lo había sonsacado hace tiempo, pero siempre intuí que él y Megan tenía una conexión especial. Y la verdad es que él la merecía mucho más que yo, la trataba de miedo. Pero no me imaginaba lo que sería perderla.
Me excusé diciendo que iba al baño, pero iba a ver donde andaban estos.
Exploré cada parte de la casa, de arriba a abajo, pasando incluso por el sótano, pero nada. Hasta que pensé que podían estar en el jardín, asi que fui hacia ahí.
No me hizo falta abrir la puerta de cristal que daba a este y salir a buscarles, pues estaban los dos sentados casi pegados a la puerta.
Estaban hablando, no sé de qué, no se les oía. Si hubiese salido al jardín, hubiesen oído el ruido de la puerta al abrirse y se irían, asi que me quedé mirándoles a través del cristal.
Ella reía, él también, hablaban, eran felices. Él la hacía feliz. En cierta parte podía soportarlo. Hasta que vi cómo Megan ponía una mano en la mejilla de Zayn se acercaba lentamente a besarle, rompiéndome a mí en mil pedazos.

¿Qué podía hacer? ¿Salir ahí? ¿Frenarles? No, eso no borraría lo ocurrido.
Me di la vuelta, con los puños apretados, con ganas de pegar a algo, de llorar, gritar, romper algo. Cualquier cosa que liberase esta rabia de mí.
Sabía algo que podía hacerlo, o al menos me distraería un rato.
Llegué al salón, donde estaban todos los demás, y levantando a Diane, la acerqué a mí y la besé.

No sé cuanto tiempo, puede que fuesen minutos, varios minutos. Yo solo besaba y besaba, siendo correspondido por ella. Pero no sentía nada, era como besar algo inerte. Un beso sin gracia, sin vida. ¿La razón? La razón era que mi vida, mi gracia y mis sentimientos estaban en las manos de Megan, y ella los había arrojado por ahí. 
Vale, tenía que olvidarme de Megan, centrarme en Diane. Ella era una buena chica, un poco intratable, pero me quería, y a lo mejor así conseguía olvidarme de Megan, quién sabe. Seguí pensando en mis cosas mientras mi boca seguía en la suya, hasta que un gran portazo proveniente de la puerta de la entrada hizo que nos separásemos.







*NARRA MEGAN*

No era la primera vez que me iba a dormir con lágrimas cayéndome por la cara, pero me prometí a mi misma que esta vez iba a ser la última, o al menos lágrimas que fuesen por Harry.
Ya me había demostrado todo, que no quería nada, que ya era pasado para él. Y yo que creía que estos días él sentía algo por mí... Pero se ve que no.
Que horror de todo, Dios. ¿Por qué todo lo malo del amor me toca a mí? ¿Por qué no me puede gustar un chico que me trate bien, que no me haga sufrir, que se preocupe por mí? ¿Por qué no me puede gustar Zayn, por ejemplo? ¿Por qué tuve que caer en los brazos de Harry?
Miles de preguntas se me formaban en la cabeza, pero algo estaba claro: odiaba con todo mi alma a Harry Styes, y a la Diane esa mucho más.

----- Horas antes ---------

- ¡Megan! - gritó Lidia desde el pasillo.
- ¡Ya voy!
- Más te vale darte prisa, que Eleanor nos está esperando abajo desde hace diez minutos. - oí decir a Bibi.
- Que si, que si.

Aún estaba sin vestir, no sabía que ponerme. ¿Vestido ajustado verde o sería demasiado? Yo solo quería que Harry viese en mí lo que se había perdido. Finalmente, entre tanto decidir y decidir, me puse unos vaqueros que se ceñían a mi de miedo, una camisa blanca que realzaba mis curvas y taconazos negros, en plan a lo mujer 'dominatrix'. Vamos, guapa con poco.

Salí de la habitación apagando la luz y me reuní con las demás que replicaban sobre mi tardanza y cosas así. Yo no contestaba, yo solo pensaba en lo que pasó ayer, cuando Harry iba a besarme. Se me ponían los pelos de punta con solo recordar su aroma pegado a mi, sentir su aliento en mis pómulos, sus manos en mi cintura...
Quizás debía ya dejarme de tonterías y acabar con todo esto como dijo Harry. Si le quiero, pues iré a por él, y sino, pues no. Seguramente esa noche le dejaría claro todo, y así las cosas volverían a como estaban antes.
Se me formó una sonrisa en el rostro, pero se me borró al ver a Diane junto a Eleanor en la acera. La saludé con la más falsa de mis sonrisas, mientras que Els me ponía los ojos en blanco como señal de que ella tampoco quería que estuviese ahí.
Fuimos al sitio donde se realizaba la firma en autobús. Nuestras conversaciones ahí se reducían a: tema importante del que hablar, comentario estúpido de Diane, sonrisa falsa mía. Tema importante del que hablar, comentario estúpido de Diane, sonrisa falsa mía. Y así varias veces.
Dios, si no fuese porque es un delito, la hubiese matado hace tiempo.

Llegamos al lugar, y una gran cola sobresalía del recinto. Esperamos ahí, pues a Lidia y a Bibi las hacía ilusión hacer cola y sentirse como hace tres meses cuando no conocían a los chicos. Sí, un poco raro, pero una se acostumbraba.
Gracias a Dios, solo unas pocas chicas nos reconocieron como las amigas/novias de los chicos, ya que la mayoría de las fans estaban enfrascadas en que iban a verles y cosas así.

Después de esperar, y esperar, y esperar, conseguimos acercarnos a la mesa. Mis mejillas se sonrojaron al instante. Estaba super guapo, con una camisa de cuadros donde predominaba el rojo y las mangas remangadas por la altura de los codos. Lidia entregó sus Cds para que se los firmasen, y Harry me hizo un comentario de los suyos de los típicos de 'soy un chulazo que no veas' acompañado de un guiño. Que no falte el guiño. A mi, es que sin hacerlo adrede, me salió solo el contestarle borde, asi que para que dejase de ser bochornosa la situación, me fui hacia donde estaba Zayn. Después nos apartamos para que más fans pudiesen recibir su firma.
Cuando todo acabó, nos juntamos de nuevo con ellos, y presenciamos una escena un tanto... 'porno' de Louis y Eleanor. Vaya par estaban hechos esos dos.

Después nos metimos a presión en la furgoneta de Paul, y nos llevó al local ese que decían que era sofisticado.
Yo tenía la mente en otras cosas, en lo que supuestamente iba a decirle a Harry, qué iba a hacer, y cosas así.
Estuvimos un buen rato conociendo a gente de ahí. Había muchos famosos, pero con los que más afinidad cogimos fue con Ed, un amor de chico y con un pelo pelirrojo que enamoraba, y con Justin, que siempre me había parecido un poco crío y motivado, pero la verdad es que era una persona genial, estaba equivocada.
En cierto momento, Nidia, Elounor, y Biam se fueron a bailar a la pista de baile, Justin se fue a la barra y Ed a ligar un poco por ahí, dejándonos a Zayn a mí solos, ya que Harry estaba perdido por ahí y Diane estaba seguramente descubriendo cosas simples como que los humanos respiramos, que las bebidas se beben o que las naranjas son naranjas, ya sabéis, cosas para su edad mental.

Zayn y yo estuvimos hablando, bueno, "hablando", porque debido debido al alcohol ingerido mas que hablar lo que hacíamos era balbucear idioteces que nos hacían reír cada dos por tres. En un momento Zayn me indicó que mirara a un sitio.
En la pista de baile. Harry. Diane. Bailando. Pegados.
Mi cara era todo un poema. Yo que me iba a sincerar ese día, dar otra oportunidad, va él y es cuando más pegado está a ella. Genial. De puta madre. Me ha salido el tiro por la culata.
En un momento, cuando aún tenía alguna que otra esperanza, va Harry y la pega más a su cuerpo, con sus brazos por la cintura de esta, como si no fuese suficiente ya que estuviese bailando con ella en vez de conmigo. Es que vamos, me tocaba la poya a dos manos. 
Ya me había amargado la noche.
Intenté no mirarles más, pero mi subconsciente me podía, y me obligaba a mirar de reojo a Harry, que con los ojos cerrados bailaba suavemente con una Diane sonriente.
El pobre Zayn estaba hablando y hablando, y yo no le escuchaba, solo atendía aquel baile entre aquellos dos imbéciles.

Pasado un rato, Liam se nos acercó para decirnos que nos íbamos, que se lo dijésemos a los demás. Rápidamente me puse en pie y fui hacia la pista de baile, feliz por cortarles el rollo a esos dos que se movían al compás. Le di un toque en el hombro a Harry y le dije que nos íbamos a casa de Louis. Este interrumpió su baile, pero volvió a agarrar a Diane para guiarla, pero esta vez de la mano.

Todo el camino de vuelta lo pasé callada. No quería hablar, ni decir nada, simplemente me comía la cabeza yo sola. Harry no me quería. Harry prefería a Diane. Harry no bailó conmigo. Harry pasaba de mí. Harry me olvidaba. Harry me hacía sentir menospreciada. Harry me estaba arruinando la vida.
Todoas estas cosas que me atormentaban la cabeza hacían que me costase asimilar todo, y que perdiese las ganas de hacer nada. 
Tras llegar a casa de Louis, tomamos algo, pero yo casi no articulaba palabra. Zayn, notando lo que me pasaba, me cogió del brazo.

- Venga, vámonos al jardín a hablar - tiró de mí y desaparecimos sin que nadie se diese cuenta. Nos sentamos cerca de la puerta que daba al jardín y desde ahí empezamos a contemplar el cielo - Vaya mierda de contaminación lumínica, ¿no?
- Sí, bueno, al menos se ven algunas estrellas.
- Si... Oye, como mejor amigo tuyo, quiero saber lo que te pasa.
- ¿Lo que me pasa? Pues todo.
- ¿Ese todo se puede sustituir por un Harry?
- Has acertado. He perdido todo tipo de esperanzas con él. 
- Bueno, ¿y qué me dices de mi? Que quiero a una chica que está feliz con su novio y con el que en un futuro se casará.
- Pero tú al menos lo sabes llevar, y la estás olvidando. Pero es que Harry siempre encuentra la forma para que no pueda dejar de pensar en él. Y además la Diane esa...
- Ya, yo tampoco la aguanto.
- Y es que encima hoy han estado super juntos bailando, como si fuesen una parejita normal.
- ¿Pues sabes que te digo? Que Harry será muy mujeriego, pero desecha lo mejor de lo mejor para irse con alguien mucho peor - me sacó una sonrisa - Mgan, no me gusta verte así por él, ¿vale? Sé feliz, olvídate de él. Cualquiera querría estar contigo. 
- ¿ Cualquiera? - sonreí.
- Cualquiera.

Entonces, justo en ese momento, los efectos del alcohol que se habían estado reservando hasta entonces salieron y me impulsaron a acariciar la cara de Zayn, e irme acercando poco a poco hasta que nuestras bocas fueron una. Fue quizás el beso más dulce que me habían dado, pero solo porque Zayn entendía como me sentía yo, y me transmitía que estaba conmigo en lo bueno y en lo malo para todo.
A pesar de ser un beso placentero, fue algo raro. Besarme con mi mejor amigo, ¿quién lo hubiese imaginado? Y lo más extraño es que la cara de Harry se me aparecía mientras besaba a Zayn. 
A pesar de que sabía que esto estaba mal, no quería parar. Por una parte me servía como consuelo por todo lo ocurrido. Pero después de varios minutos, Zayn se separó cogiéndome la cara entre sus dos manos.

- Estamos borrachos, ¿lo sabes? - asentí levemente. Pero a la vez, y no sé por qué, una lágrima comenzó a bajar por mi mejilla. - Ey, no llores. Esto ha sido un desliz, una tontería de amigos, lo típico de las películas que luego acaba en una anécdota graciosa. - Yo seguía callada, con la cabeza agachada. Él me acercó más a él, abrazándome mientras ponía mi cabeza en su abdomen - Megan, vamos a olvidar esto, ¿vale? Ha sido un arrebato, lo entiendo. Los dos andamos mal de amores y recurrimos a algo que creíamos que nos aliviaría, pero no del todo.
- Zayn, lo siento - dije levemente.
- Ey, - me cogió de la barbilla levantándome la cabeza - No hay nada que disculpar. Además, no todos los días uno recibe un beso de una chica preciosa - sonreí - ¿Ves? Eso ya me gusta más. Y vamos a entrar, que se estarán preocupando todos - asentí con la cabeza.
- Gracias por todo, en serio - dije mientras me incorporaba.
- No hay de qué, pequeña.

Juntos entramos de nuevo en la casa, yo más aliviada. De verdad que Zayn conseguía que mi ánimo se levantase. Este chico era único.
Ojalá me gustase él en vez del tonto de Harry. Seguramente todo sería más fácil.
Zayn, como si me leyese el pensamiento y supiese mis necesidades, me agarró de la mano y tiró de mí hasta llevarme al salón.
Pero lo que vi ahí hizo que rápidamente le soltara y me fuese de la casa dando un portazo, mientras yo me convertía en un mar de lágrimas.

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