6.2.13

Capítulo 41


*NARRA LIDIA*

Vi como Megan salía de la casa tras presenciar aquella extraña escena en el salón.
Harry. Diane. Megan. Harry. Diane. Portazo.
Me cago en la leche, que mareo. No debí haber bebido demasiado.
Miré a hacia Harry, que se había separado de la arpía esa y estaba confuso.

- ¡Mira lo que has hecho! - le grité. Podía ser todo lo famoso del mundo, lo que sea, pero ya había llegado al límite de fastidiar a Megan. 
- Lidia, cálmate - me dijo Niall.
- ¿¡Cómo quieres que me calme sieste de aquí está jodiendo a mi mejor amiga!? - dije indicando al rizos. Menudo guantazo quería soltarle.
- ¡Pero que ha sido ella! - dijo este - ¡Que se besó con Zayn!

Miré hacia este último, que se había quedado petrificado al igual que todos los de la sala. 
Harry. Megan. Harry. Megan. Diane. Harry. Megan. Zayn. Harry. Miane. Dayn. Zegan...
La habitación me daba vueltas.
Definitivamente adiós alcohol de por vida.

- Por eso me has besado... - dijo Diane. Vaya, parece que se había vuelto lista de repente.
- Si, la ha besado para dar celos a Megan, que es a la que quiere, no a ti. - expliqué bordemente.
- ¡Lidia cállate! - me dijo Harry - Diane, yo.... - Fue a agarrarla del brazo.
- Déjame - se apartó - No quiero verte. Adiós Harry. - y dándose la vuelta se fue de la casa.

'Joder con Harry, que poderío consiguiendo que la gente se vaya de las casas'.

- ¡Mira lo que has conseguido! - me gritó el culpable.
- ¿Conseguido? ¿Yo? ¡Mira, primeramente deja que te diga que si se ha ido tu putita de campo ha sido porque la has utilizado, que es lo que has estado haciendo todo este tiempo! - las palabras salían solas de mi boca, junto con mucha rabia - ¡Asi que la culpa es tuya!
- Lidia... - me susurró Liam en el oído.
- ¿Lidia qué? - le espeté provocando que se quedase callado.
- ¡En cualquier caso la culpa ha sido de Zayn! - dijo Harry. Todos dirigimos nuestra mirada a este.
- ¡Eso! ¿Es que por qué narices la besas? ¿Para liarla más? - dije.
- Ey, que yo ahora mismo así de borracho no soy persona, joder. Y fue ella la que me besó. - miró a Harry - ¡Y si tú no hubieses estado todo el tiempo zorreando con la Diane esa, nada de esto hubiera pasado!
- ¿Zorrear? ¿Hablamos de zorrear? - dijo amenazante Harry - ¿Quieres que cierta personita de esta sala se entere de que zorreas con su nov...
- ¡Harry, cállate!- dijo un Louis enfadado. Todos nos quedamos asombrados, hasta Eleanor, que tuvo que agarrarle de la mano para que se calmase.
- Si, Harry, cállate - dije. Este me fulminó con la mirada.
- Niall, será mejor que controles al animal que tienes por novia - me dijo con desprecio.
- ¿Qué has dicho? - pregunté acercándome a él.
- Harry, ya vale. - le dijo Niall.
- Lo que has oído. Animal. - dijo Harry haciendo caso omiso del otro.

Oh Dios, no la había podido cagar de peor forma. 
'Prepárate Harry' pensé. ¿Cómo se atrevía a decir eso? Después de montar todo un numerito esta noche va y suelta eso. Pero menudo gilipollas.
Vi que Niall cerraba los puños y cambiaba la cara a una de total enfado. Veía en él las ganas de pegarle algún puñetazo a Harry de un momento a otro, pero sabía que no lo iba a hacer por puro autocontrol. Pero yo sí que lo hice.
Así que como gran defensora de mí misma y de mi reputación, me acerqué a Harry y le di con toda la fuerza que mi brazo pudo permitirme.

- ¡Lidia! - oí que Niall me gritaba y me cogía de la cintura.

Varias voces retumbaban por la habitación. Gente yendo y viniendo. Harry apoyado en la pared. Sangre en su nariz. Bibi zarandeándome.
Miles de imágenes se me pasaban por la cabeza, tenía los oídos taponados, la vista se me nublaba. Era una situación en la que yo perdía todo el control, como si no pudiese conmigo. 
¿Qué coño había hecho?

Retrocedí varios pasos hacia atrás, pero de repente noté que la cabeza me dolía. Mierda, me había chocado con la pared.
Niall venía hacia mí.
Pero aunque se fuese acercando, era como si siguiera lejos.
En unos segundos, noté que mis piernas no notaban el suelo debajo mío.
Niall me llevaba en brazos y me sacaba de la casa. Oía a más gente diciendo cosas, enfurecidas conmigo.
Yo solo quería defenderme, solo quería demostrar que Harry no tenía derecho a decir esas cosas sobre mí...

Llegamos a casa de Niall sin decir nada. Él tenía la semblante seria, muy seria, tanto que daba miedo.
Subió las escaleras conmigo encima.
Me dejó en la cama de su habitación.
¿Por qué todo me daba vueltas? Quería vomitar, necesitaba hacerlo.
Me puse de pie rápidamente y fui al baño, tambaleándome un poco por el camino, chocándome contra las paredes, hasta que llegué al váter y eché todo lo que había comido y bebido aquel día.
Que asco, odiaba vomitar. 
Me agarré la cabeza con las manos. Me ardía. Estaba mareada y me encontraba fatal, lo único que quería era descansar. 
Niall me miraba super serio desde la puerta.

- Estarás contenta, ¿no? - me dijo además de serio, enfadado.
- Niall, déjame...
- No, dejarte no. Sé que estás borracha, que llevas mil mierdas en el cuerpo - le miré a los ojos - Pero eres perfectamente consciente como para saber lo que has hecho.
- Por favor...
- ¡Ni por favor ni leches! - vale, ahora me estaba empezando a asustar de verdad - Mira lo que te estás haciendo - me señaló a mi entera. Seguramente tenía un aspecto que daba asco - ¿Y por qué has pegado a Harry?
- Me insultó...
- Oh, me insultó - ridiculizó haciendo que me enfureciera - Y la mejor forma de solucionarlo es pegándole, porque no podía hablar, no, tenía que pegarle...
- ¡ Déjame! - le grite. Pero el seguía ahí igual que antes.
- Mira Lidia, Harry podrá haberse portado muy mal con Megan, pero tú no tenías ningún derecho a pegarle.
- ¡Ni tú a decirme lo que tengo que hacer o no!
- ¿Pero tú has visto cómo se ha quedado el pobre Harry, sangrando a cataratas?
- ¿Y tú has visto cómo ha quedado Megan?
- Lidia, déjame decirte que Megan un poco se la ha ganado por estar todo el rato calentando a Harry para luego nada.
- ¿¡Cómo te atreves a decir eso!? ¿¡Sabes cuánto ha llorado por él!? ¿¡Lo mal que lo ha pasado!? - miró hacia otro lado - ¡Mírame cuándo te hablo!
- Y tu deja de gritarme. - dijo enfadado. Nunca le había visto a´si, de esa forma.
- ¡Pues no me cabrees!
- Deja de gritarme.
- Te gritaré si yo quiero.
- Lidia, no estás en condiciones, por favor acuéstate.
- ¿Y si no quiero qué? - no sé por qué me estaba diciendo esas cosas. Yo no quería decirlas  pero había algo que las decía por mi.
- Lidia, hazme caso.
- No tengo por qué. 
- Lidia, cállate.
- ¡No me digas que me calle! - me levanté encarándome a él.
- Mira Lidia, duérmete, te veré mañana. Ahora no quiero saber nada del tema. No me apetece discutir sin llevar a ningún lado.

Se dio la vuelta y cuando fue a salir del baño, una fuerza se apoderó de mí e hizo que me acercase a él rápidamente y le soltase una gran bofetada en la mejilla izquierda.
¿Pero qué coño me estaba pasando esa noche?

- Lidia, - se puso una mano en la mejilla - si has sido consciente de...
- He sido perfectamente consciente - dije fríamente. ¿Pero por qué? ¿Por qué no dejaba de decir estupideces?
- Sal de mi casa.
- ¿Qué? - dije estupefacta.
- Que salgas de mi casa he dicho - me miró con sus ojos azules, que estaban irritados y seguramente cargados de lágrimas, al igual que los míos.
- Niall...
- ¡Que salgas de mi casa joder! - dijo de la forma más dura posible, haciendo que me sintiese como si me hubieran clavado mil cuchillos en el cuerpo. Cogí mis cosas y me marché igual que había venido.

Miré hacia atrás aquella casa, esa casa donde tantas cosas habían pasado, donde mi vida había cambiado completamente.
Recordé cada cosa que me hizo feliz ahí. 
El día de mi cumpleaños cuando conocí a los demás en su cocina, las mil y un películas que había visto ahí, las infinitas comidas, cenas, desayunos y meriendas que habíamos compartido, las peleas de comida cuando hacíamos repostería, todas las veces que había dormido en su cama, cuando me sentaba en el sofá y le miraba deseando besarle, cuando me tiró a la piscina, la vez que me enseñó su sala secreta, cuando me tocó Little Things, cuando me llevó en brazos hasta la ducha, cuando nos dimos nuestro primer beso, aquel 13 de noviembre que me preparó la cena sorpresa en su casa, cuando me llevó a la buhardilla y comimos fresas, cuando me entregué por primera vez a él, únicamente a él... Miles de momentos pasaban ante mis ojos. Miles de momentos vividos. Miles de momentos siendo feliz. Miles de momentos de ensueño. Miles de momentos que se reducían en una frase: "Sal de mi casa."

Los ojos se me empañaron de lágrimas, mientras seguía contemplando aquel sitio, que más que la casa de Niall, era como mi hogar.
Pensé en llamar a la puerta, decirle que me arrepentía por todo lo que había dicho, por todo lo hecho, pero sus palabras quemaban en mi interior.
Me acerqué las manos a los ojos y me limpié todas las lágrimas. 
Escurrí mis manos, hasta llegar al cuello, y me percaté de que llevaba su collar, el collar que me dio aquel día que me marcó tanto.
Nunca me lo quitaba, siempre lo llevaba encima. Niall hacía que me sintiese segura, y llevando el colgante, era como si él estuviese conmigo en todo momento.
Pero ahora no lo quería. Era como si el collar me hiriese también.
Me lo quité y lo deposité en el felpudo.

- Lo siento... - me susurré a mí misma.

Y me alejé de la casa justo cuando en la ventana de la habitación de Niall, una sombra desaparecía.

2 comentarios:

  1. ¿PORQUE HACES ESTO?¿SABES QUE CASI ME HACES LLORAR?JODER ESO NIALL Y LIDIA NOOOOOOOO ,TE ODIO :'(
    No mentira ,es increible todo lo que escribes pero en el siguiente se tienen que arreglar por fis ,no pueden estar asi.
    Siguiente preciosa :)
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Impresiona el capitulo eeeeh?
    Ya veraaas ya veraaas
    despues de tantos capitulos bonitos tocaba alguno triste no crees?
    gracias por comentaaar:):)
    besooooootes

    ResponderEliminar