Capítulo 82/2

*NARRA MEGAN*

- Oye Megan... - oí que decía Harry - Si quieres... puedes quedarte a dormir.

Me di la vuelta y le miré clavando mis ojos en los suyos, con un cierto toque confuso.

- ¿Que... Quedarme a dormir? - balbuceé. Ay Dios, ahora seguro que pensará que estoy nerviosa por haberlo dicho así y se le formarán las ideas erróneas.
- Eh sí, hay espacio de sobra, ya sabes como es la casa - dijo pasándose una mano por el pelo. Sabía que no debería aceptar, que no estaría bien quedarme a dormir ahí.
- Claro, me quedaré, si no soy molestia obviamente - dije. ¿Pero qué cojones me pasaba? Se supone que no quería dormir ahí con Harry, pero no sé qué clase de espasmo me dio.
- Tú nunca molestas - sonrió. Puta sonrisa... - Bueno, sí, a veces si que molestas. - le fulminé con la mirada de broma.
- Eres tonto.
- Oh vaya, me ha llamado tonto, señores, creo que voy a necesitar un retiro de la música por depresión - nótese la ironía. Volví a mirarle mal, y rápidamente agarré un cojín y se lo estampé en la cara. - ¡Oye! ¿Y eso a qué viene? - preguntó.
- Te lo merecías. - cogió un cojín y fue a darme pero lo esquivé. - Nenaza... - susurré por lo bajo. Pero por cómo me miró, eché a correr por la casa antes de que acabase mal parada.
- No te vas a salir con la tuya - oí que decía por alguna parte de la casa. 

Del salón fui a la cocina, y de ahí, salí al pasillo que daba al recibidor. Después pensé en dirigirme de nuevo al salón. No sé por qué pero una parte de mí quería que Harry me encontrase.
Me acerqué sigilosamente a la parte en la que el pasillo acababa y se unía con el salón, pero al pasar por el marco de la puerta, una mano me empujó, ni muy fuerte ni muy flojo, dándome un gran susto.

- Tú la llevas - dijo Harry casi en un susurro antes de echar a correr.
- ¿Tú la llevas? - grité - ¿Vamos a jugar a un juego de niños?
- ¡La sigues llevaaaaando! - gritó Harry desde alguna remota parte, haciendo caso omiso de mis palabras. Y así, empezamos un juego entre los dos.





Me encontraba en el piso de arriba, en el pasillo que lo atravesaba. Huía de Harry. Supuestamente él "la llevaba" ahora, y tenía que evitarle. Pero estaba llegando al final del pasillo, sin salida, y Harry me pisaba los talones.
Giré un poco mi cabeza y me encontré a menos de dos metros la suya, que me miraba con una gran sonrisa.
Mierda, me pillará.
Pero no podía hacer nada, pues estaba bloqueada entre la pared del final y él mismo.
Me giré para quedar en frente suyo y él se paró, pero después empezó a andar despacio hacia mí. Yo solo respondí dando algunos pasos para atrás.
Se le veía tan guapo en aquella poca luz de la oscuridad, yendo hacia mí al igual que un depredador hacia su presa.
El mismo caso.
Yo era la presa, pero no sentía miedo. Es más, era... confortable.

Mis palmas de las manos rozaron la pared, y supe que ya no podría alejarme más, la pared me lo impedía. Harry se iba acercando poco a poco, matándome con la espera.
Me miraba con esos ojos, que hipnotizaban.
Más cerca.
Más cerca.
Llegó hasta mí, y se colocó de forma que me acorralaba con su cuerpo y la esquina.
Podía olerle, sentir sus latidos, el calor que deprendía, su aliento.
Era tan... Agradable.
Juntó su pecho con el mío, y encajó a la perfección nuestras caderas.
En mi interior se había formado un zoológico. Podía decir que estaba nerviosa, muy nerviosa... ¿Pero por qué?
Harry se acercó más, si es que era posible, y poco a poco levantó una mano, posándola sobre mi sien y bajándola, mientras acariciaba mi mejilla. Su mano se paró en la curva que formaban mi mandíbula y el cuello, haciendo leves caricias con sus yemas de los dedos.
Me elevó la cara suavemente, provocando que le mirase a los ojos. Centímetros nos separaban. A penas míseros centímetros.
Acercó su cara un poco más.

'Me va a besar. Me va a besar. Me va a besar' se repetía en mi mente.

Y lo peor, o lo mejor, era que yo no sabía si llegaría a apartarme. Incluso puede que estuviese deseando que ese beso llegara.
Pero para mi gusto, si iba a venir, Harry estaba tardando mucho. Me sulfuraba que se tomase su tiempo para hacerme sufrir, mientras que yo lo único que quería era agarrarle del cuello de la camiseta y tirar hacia mí, para que juntase su boca con la mía de una maldita vez.
Rindiendo a mis peticiones, Harry acercó suavemente su cara, mucho más, y sus labios rozaron con ternura mi mejilla.
Cerré los ojos, y no pude evitar soltar un leve suspiro, que cualquiera lo hubiera clasificado como un gemido.
Pero es que... era incapaz de controlarlo.
Harry movió su cara, pero para desgracia mía, no fue hacia mi boca, sino hacia mi oreja y me susurró:

- Tú la llevas.

Yo en ese momento me quería morir, derretir, caerme a sus pies. 
Si no había sido suficiente con el numerito de acercarse y acercar su cara muy cerca de la mía, va y me susurra provocadoramente, porque me ha provocado, con su magnífica voz.

'¿¡PERO MEGAN, QUÉ TE ESTÁ PASANDO!?' me pregunté. 

Pues no lo sé.

- Venga, que ya es tarde, vamos a dormir. - dijo sacándome de mi burbuja. - Te puedo dejar un pijama mío, si quieres.
- Eh... Vale, como quieras. - fuimos hacia su habitación y me sacó una camiseta blanca ancha y un pantalón de pijama. Me metí al baño, saqué la foto y la puse en el lavabo y luego me cambé. Salí y encontré a Harry abriendo las sábanas de la cama, con el pijama ya puesto. No, corrijo, con un pantalón de pijama y sin camiseta, ese era su pijama. Genial, todo muy genial.
- Te he preparado la cama - me dijo con una gran sonrisa. 
- Gracias - dejé la ropa en una silla, con la foto camuflada entre lo pantalones y la camiseta, y me metí en la cama. Después, Harry se acercó a mi y me dio un beso en la frente. Esperé que rodease la cama y se metiese junto a mi, pero en cambio, anduvo hacia la puerta. - Ey, - le dije. Harry se dio la vuelta - ¿no vas a dormir conmigo?
- ¿Quieres que duerma contigo? - dijo con una sonrisa ladina, y un cierto punto de júbilo en sus ojos.
- No, a ver, es que uuf... - se me trababa la lengua. Ay Dios que digo ahora... Claro que quería que durmiese conmigo - Es que creía que ibas a dormir aquí en tu cama y no en.... Eso, que no me parece bien que duermas en otro cuarto y que yo ocupe tu cama. 
- No, si da igual - dijo. 'Joder, Harry, ¿qué coño te pasa? Se supone que debes aceptar' pensé.
- Que no. Que encima que vengo a tu casa, me como tu comida, te robo una camiseta, y me ofreces dormir en tu casa, no voy a dejar que duermas en el cuarto de invitados o donde sea.
- Pues tú eres mi invitada y no pienso dejar que duermas en una cama mediocre - argumentó. Tan cabezota como siempre.
- Pues ya está. Duermes conmigo y unto. No hay problema.
- Mira que insistes eeh... Tú lo que quieres es dormir conmigo, que lo sé yo - dijo pícaramente. 'Si él supiera...'

Finalmente se metió en la cama conmigo y se tumbó enfrente mío, de forma que nos mirábamos, los dos recostados sobre nuestro costado, con apenas medio metro de distancia entre nosotros, no más. 
Me podría quedar toda la noche mirándole de esa forma, centrándome en sus ojos y en sus labios, alternando las miradas entre estos.
No debería tener esos pensamientos. Estaba con Jake y le quería.
Aunque no podía negar que volvía a sentir algo por Harry, y que si le volvía a querer a él, tendría que cortar con Jake, pero es que había cosas que eran tan complicadas, por mucho que intentásemos hacerlas sencillas... Era imposible.

Nos miramos unos segundos más, entre un silencio que para nada era incómodo. Es más, agradecía que ninguno dijésemos una palabra, pues así el momento se aprovechaba más.
Por un momento, creí ver en su cara el sentimiento que recorría mi cuerpo también. El de acercar nuestros cuerpos y besarnos como hacíamos hace nueve meses.
Pero no, Harry me había dicho que solo amigos, y cada vez me lo empezaba a creer más.
Y me llamaréis masoca, pero eso hacía que cada vez estuviese más enamorada de él.

- Buenas noches Megan - dijo Harry. Después, cerró los ojos y se acomodó en la almohada. 

Como yo he dicho. Cada vez me creía más lo de solo amigos por su parte.




Me desperté sofocada. Y con razón, pues tenía a mi lado durmiendo a un chico, más atractivo que yo que sé, sin camiseta, que me ponía el corazón a mil.
Miré el reloj de la mesilla. Eran las cinco y diecisiete de la mañana.
Uf, ¿tan pronto? Qué horror.
No recuerdo lo que estaba soñando, lo que había hecho que me despertase, pero sabia que algo tenía que ver con Harry.
Le miré.
Estaba tumbado boca arriba, con los ojos cerrados y las sábanas a la altura de la cintura, pues se le había bajado.
Daba pequeños suspiros, que a mí me hacían gracia pues me recordaba a un pequeño gato maullando.
Recuerdo que cuando estaba con él saliendo y me quedaba a dormir en su casa, a veces me despertaba solo para oír cómo elaboraba aquel peculiar sonido, que a decir verdad, me volvía loca.

Pero no. Ya estaba llegando muy lejos, y tenía que mentalizarme. Harry ya no me quería más.
Solo amigos. Y yo estoy con Jake.
A si que todas esas mariposas deberían morir. Pero antes tenía que hacer una cosa.

Me incorporé un poco en la cama, sin hacer ruido ni mucho movimiento. Pero por experiencia sabía que Harry dormía como un tronco,y que no se despertaría ni con una bomba, así que no había mucho peligro.
Con cuidado, me deslicé hasta ponerme de rodillas sobre Harry, con una pierna a un lado y la otra al otro. 
No descargué mi peso sobre él por si acaso, pero sí dejé que nuestros cuerpos se rozaran levemente.
Con mi manos, acaricié de una forma casi inexistente su torso desnudo, sintiendo descargas eléctricas y cosquilleos ahí por donde pasaba.
Mis manos subieron hasta sus mejillas, y sujetándolas suavemente, me fui acercando poco a poco.
Podía no solo oír, sino sentir los suspiros que él daba conforme iba acortando la distancia.
Me junté mas, hasta que quedé a milímetros de su boca, simplemente para inhalar su aire, su aliento, sus respiraciones, creer por un momento que me las estaba regalando a mí.
Finalmente junté mis labios a los suyos, pero de la forma mas leve posible, plantando un suave beso de apenas dos segundos, pero que para mí había sido como una bendita infinidad.
Me separé rápidamente pero con la misma agilidad con la que me coloqué sobre él y me tumbé de nuevo en la cama, cerrando los ojos y repitiendo aquel beso.

Un beso que él nunca sabría de su resistencia, un beso irreal. 
El último beso.









*NARRA HARRY*

Estaba yo medio dormido, soñando con un bonito recuerdo de Megan y yo hace meses, cuando de repente, noté un pequeñísima presión sobre mi cuerpo.
Normalmente no me hubiese enterado de nada, pero aquella noche, no sé por qué, no dormí profundamente, aunque eso no significase que no estaba durmiendo bien, pues era la mejor velada que estaba teniendo en mucho tiempo.

Iba a abrir los ojos, pero sentí unas manos rondando por mi pecho. Reconocería esas caricias en todo el mundo. Solo Megan podía hacerlas tan sumamente perfectas.
Eran unas manos con ternura, pero con miedo. Miedo a que yo me despertase, por lo que seguí haciéndome el dormido.
Sus manos subieron a mis mejillas, y poco a poco noté como el cuerpo de Megan se iba deslizando y recostándose levemente sobre el mío, y que sus labios, estaban buscando los míos.

Me estaba mordiendo la lengua por dentro y controlando mis instintos por no agarrarla de la cintura y pegarla a mí; besarla como es debido.
Pero no debería hacer eso. 
No por ahora.

Gracias a Dios, acabó matando la distancia que había entre nosotros, y posó delicadamente sus labios contra los míos.
Luché contra cielo y tierra por no abrir los labios y dejar que nuestras lenguas conectasen. 
Pero aunque aquel beso fuese sencillo, para mí era como maná caído del cielo.

Después, Megan se desprendió de mí y se tumbó, volviéndose a dormir.
Ese beso impidió que durmiera bien lo que quedaba de noche.
Ese beso había sido especial, aunque había muchas preguntas que tenía al respecto, como el motivo que había tenido Megan para dármelo.

Algún día le diré que yo también había sentido aquel beso corto pero intenso, un beso real.
El primer beso de muchos.

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HEYHEYHEY:)
Debo decir que estoy super orgullosa con este capitulo. Me ha quedado uuuf... Para imprimirlo y ponerlo en un marco.
Y es que no os encanta el final por parte de Megan y por parte de Harry? Lo de que cada uno piensa lo contrario que el otro.
Por un lado Megan lo siente como el último beso, y como que a apartir de ahora se centrará solo en Jake, y Harry lo verá como que Megan quiere con él y uuuf tú explotas, yo exploto, el ordenador explota, el universo explota, hasta los mogadorianos explotan.
Es tan asdfghjklsñlakl
Y bueno, que se han besadoo! PORFIN PORFIN PORFIN. 
Mucho me preguntaréis "qué pasa con Lidia?"
Pues Lidia saldrá en el capítulo de mañana, que es super importante el capítulo.
Muy importante.
Y bueno, eso es todo.
Comentad, preguntad, disfrutad, comed con la boca cerrada y esas cosas
Un besazooo:)