29.12.12

Capítulo 3


Conseguí llegar a la residencia gracias a las indicaciones de una señora que al parecer ser, venía de la compra. Era un edificio blanco muy grande, de uno cuatro pisos, y con una terraza en lo alto. Tenía las ventanas de un color beige muy bonito, y había una puerta enorme, iluminada con farolillos que colgaban de un porche que rodeaba la puerta.
Entré y me encontré a una señora rubia y bastante guapa, de unos cuarenta años detrás de la mesa de recepción. Dije mi nombre y apellidos *Lidia Valencia López*. Por lo que veía, era española o lo hablaba muy bien, pues entendió mi nombre sin problemas y me indicó mi habitación, dándome un juego con tres llaves iguales, todo esto en español.
Crucé un pasillo decorado con colores ocres y entré en un salón muy grande con varias teles, cinco o seis enooooormes sofas, muchas mesas, varios sillones, etc. Parecía sacado de una película pues estaba decorado con el mínimo detalle. Conté en total once personas que estaban en él. Unos jugaban a la Play, otros veían la tele, otros hablaban. Me quedé quieta pues no sabía que hacer en ese momento. Al parecer, una chica morena de pelo largo, muy guapa, con unos ojos marron oscuro y la piel blanca como la leche con unas pocas pecas al rededor de su nariz, vió mi cara de perdida total y se me acercó.

- Hola, ¿eres nueva aquí no?

- Eh... Sí, acabo de llegar de España.
- Yo soy de Italia. Me llamo Amelia.
- Lidia. Encantada. - cada vez me sentía mas cómoda y con más facilidad para hablar con ella. Solo habíamos intercambiado unas cuantas palabras y ya me caía bien.
- Te veo un poco perdida, ¿quieres que te ayude?
- Lo agradecería muchísimo.
- Vale, aver, te indico: en esta planta, está la recepción,el salón, la cocina, la lavanderia, la sala de juegos, varios baños principales y el gimnasio.
- Joder, si que es grande.
- Sí. En la segunda planta están las habitacines de los chicos. En la tercera la de las chicas y la cuarta es para las habitaciones del personal. Bueno, y arriba del todo tenemos la terraza. Vamos a coger el ascensor dos.
- ¿Cuántos ascencores hay?
- Cuatro, repartidos por toda la casa. Es que piensa que en total somos 70 adolescentes más unas veinte personas que trabajan aquí. Es una barbaridad. Dime tu número de habitación.
- Es la 63.
- Mmm la mía esta muy cerca, es la 59. 
Encontramos mi habitación y entramos. Era enorme. De un color azul cielo precioso, con una cama blanca a la izquierda que parecía de matrimonio. Enfrente estaba una puerta que daba a un balcón no muy grande, pero de un tamaño suficiente para mí. Al lado de la cama había un armario gigantesco. Seguramente toda la ropa que llevaba, que era mucha, ocuparía solo la mitad del espacio. Había una mesa con una lámapara en un rincón, con una silla pegada a esta. En la otra esquina había dos sillones que parecían bastante confortables. Al lado de estos estaba el baño, blanco y negro, con una bañera de hidromasaje, un lavabo, váter, vidé, y un armarito en el que dejar las cosas de baño. Solté las maletas y me tiré en la cama de un salto. Amelia me miraba con una sonrisa enorme.

- Esto es alucinante, nunca creí que sería así de genial.

- Ya, yo tampoco me lo creí cuando vi mi habitación hace una semana.
- ¿Llevas a aquí toda una semana?
- Sí, mis padres tenían que empezar el trabajo pronto y cogimos el último día que tenían libre para que viniera aquí. ¿Quieres que te ayude a guardar la ropa y tal?
- Como quieras, no quiero molestar.
- No es molestia, no tenia nada que hacer.
- Gracias.

Mientras colocabamos la ropa, poniamos las toallas en el baño, etc, hablamos de nuestra familia, amigos, nos dijimos de donde éramos exactamente, nuestra edad y cosas por el estilo. La verdad era que esa chica definitivamente me caía muy bien. Era muy agradable conmigo. En menos de media hora acabamos de poner todo en su sitio.

  
- Venga, vamos a abajo y te presento a las demás. - dijo abriendo la puerta.

Llegamos al salón principal y fuimos hacia dos chicas que discutían amistosamente por el mando de la tele.


- Chicas, esta es Lidia. Ha venido de España.


 Las dos chicas, bastante monas al igual que Amelia, se giraron y me miraron. La de la izquiera, tenía el pelo rubio y cortado en V por la altura del cuello. Nunca me gustó ese tipo de corte pero a ella le quedaba especialmente bien. Tenía una nariz respingona y unos ojos verdes muy bonitos, aparte de una sonrisa enorme y perfecta. La de la derecha, tenía la piel de un color crema muy llamativo, y luecía un pelo rizado color negro azabache, que le llegada hasta la mitad de la espalda. Sus ojos eran marron oscuro,  y al contrario que su amiga, no sonreía Simplemente me miraba.


- Hola, yo soy Brigitte, pero todo el mundo me llama Bibi. Soy de Francia - me dijo la chica rubia dandome dos besos pero sin quietar la sonrisa.

- Yo soy Megan, de Glasgow, por el norte del Reino Unido - dijo la chica morena.
- Encantada.
- Bueno, ¿qué estabais haciendo? - preguntó Amelia.
- Al principio buscarte porque no te encontrabamos, pero después nos cansamos y vinimos aquí a ver la tele.

Nos sentamos. Vi como Bibi me miraba de reojo y luego miraba a Megan. Creo que a Megan no le caía muy bien, pues no hablaba conmigo y al principio ni me dio dos besos ni me saludó de una manera muy alegre. Amelia se me acercó y me susurró:


- Dejala, al principio es un poco arisca, pero en el fondo Meg es una gran amiga.


Iba a decirle que me iba a mi cuarto a descansar pero entonces vibró mi móvil. Miré lo que era. Un mensaje de mi hermano preguntandome qué tal. Lo leí, contesté y lo guarde.

  
- ¿Te gusta 1D? - me preguntó entusiasmada Bibi, que al parecer había visto mi fondo de pantalla en el que aparecen los cinco.
- Si, bueno... se puede decir que sí. - dije un tanto cortada - A ver, en realidad soy Directioner.

Empezó a gritar. La gente la miraba raro y nosotras agachabamos la cara como si no la conociéramos.


- ¡Yo también! Sé todo sobre ellos. Tengo todo sobre ellos. Me encanta Harry, es un cielo.

- Pues a mi no me gustan. Me parecen unos inmaduros. - dijo Megan.

Bibi y yo la miramos Y Brigitte empezó a defenderlos diciendo que eran increíbles, que son inmaduros como casi todos los chicos, pero que son adorables y admirables. Yo le hubiese dicho a Megan unas cuantas cosas pero la verdad era que no me atrevía por si me cogia mucha manía o algo así.


- Pues a mi me gustan sin mas. No soy Directioner pero algunas canciones estan bien.
- Yo estoy enamorada de Niall. Me encanta. Y...
- ¿Y...? - dijo Bibi.
- Mmm nada, que creo que le he visto antes de llegar a la residencia, pero solo me miró y seguió andando. Pero seguramente eran imaginaciones mías que deseaba verle y ya está. Seguro que solo era un rubio que andaba por ahí, y mi subconsciente me engañó.
- NO NO NO, seguro que era él. Sus casas están cerca o eso dicen - añadió la francesa.
- Bueno... La gente dice muchas cosas.

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